Edgar Fonseca, editor/Foto diario La Prensa, Managua
En las últimas cinco semanas unas 20 personas han caído fulminadas por paros cardíacos en distintas localidades de Nicaragua, destaca este domingo el diario La Prensa de Managua.
Varias de estas muertes se dieron en plena vía pública, añade.
¿Podrían estas muertes súbitas estar relacionadas con la pandemia de Covid-19?
Según los especialistas, es una posibilidad que no se puede ni se debe descartar, advierte el diario.
En circunstancias normales –consigna dicho medio–nla explicación de que las altas temperaturas son responsables de esta ola de muertes podría ser suficiente. Después de todo, si se toman como referencia las estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa), durante 2019 en Nicaragua fallecieron 3,097 personas por infarto agudo del miocardio: un promedio de 8 personas por día.
Pero esa explicación no parece bastar en las circunstancias actuales, previene.
Hay sospecha
La opinión de los expertos está dividida. Todos afirman que definitivamente los calores de la temporada tienen algo que ver; pero algunos sostienen que no debe descartarse un posible vínculo con el Covid-19, una infección de la que cada día se averigua algo nuevo, agrega La Prensa.
La alarma tras la muerte de un prestamista
La alarma comenzó el 7 de abril, cuando un prestamista de 55 años murió de un infarto mientras dormía en un tramo del mercado Roberto Huembes. Esa tarde trabajadores de Medicina Legal llegaron por el cuerpo de don Pepe vistiendo blancos trajes protectores que los cubrían de pies a cabeza, precaución que a muchos les pareció sospechosa, tomando en cuenta que el mundo vive una pandemia de Covid-19, relata el diario.
Un guarda cayó fulminado
Otros, en cambio, llamaron a la calma y solicitaron que no se sacaran conclusiones precipitadas. Pero apenas un día después el guarda de seguridad Benito Uriarte, de 54 años, falleció de un infarto cardiaco mientras cuidaba una gasolinera, en la ciudad de León. Un señor que casualmente pasaba por ahí lo vio llevarse una mano al pecho antes de caer fulminado sobre el piso del local, cita el reporte.
Luego de eso transcurrieron cuatro días sin novedad hasta que, el 13 de abril, tres personas se sumaron a la lista de muertes por infarto. El universitario Elton Vílchez, de 21 años, falleció en un hospital de Matagalpa al que había sido trasladado el día anterior tras sufrir un bajón de presión. Las otras dos víctimas fueron Mercedes Ramos, de 73 años, y Margarita Reyes, de 98. Ambos habitantes de León.
Ramos murió por la mañana y unas horas después, al caer la tarde, Reyes empezó a sentirse mal. Según los reportes, la anciana se dirigía al lavandero cuando se desvaneció por primera vez. Después se llevó las manos al pecho, dijo que sentía dolor en el corazón y volvió a desmayarse.
En los siguientes 23 días –detalla La Prensa–blos medios de comunicación registraron al menos otros 14 casos similares: muertes súbitas por infarto cardiaco o accidente cerebrovascular.