Presas de hasta 25 kilómetros de camioneros en ambos lados de Peñas Blancas por bloqueo ordenado por Ortega

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Edgar Fonseca, editor/Foto Confidencial, Managua

El cierre de la frontera de Nicaragua al paso de transporte comercial, ordenado por el régimen de Daniel Ortega en represalia por las medidas sanitarias de Costa Rica, genera filas de camioneros de hasta 20 kilómetros en ambos tramos limítrofes hacia La Cruz, Costa Rica, y hacia Rivas, Nicaragua, destaca el sitio Confidencial de Managua.

Entre el empalme de La Virgen, en Rivas, y el puesto fronterizo de Peñas Blancas, con Costa Rica, hay una fila de camiones y furgones varados a lo largo de 25 kilómetros de carretera, detalla el sitio.

Costa Rica condiciona el paso de camioneros extranjeros a controles sanitarios, entre ellos la prueba covid-19. Si salen positivos se rechaza su ingreso. Hasta el viernes habían sido rechazados 46 y otros 11, contagiados, están siendo atendidos en el país en un sitio no revelado.

Ortega exige que Costa Rica reabra el paso sin medidas sanitarias.

En San José, el gobierno ofrece un plan piloto que incluye controles sanitarios a los que se oponen los transportistas.

Las fronteras no están cerradas, insiste la ministra de Comercio Exterior, Dyala Jiménez Figueres.

“Las fronteras de Costa Rica están abiertas para el tráfico comercial”, ratificó el presidente Carlos Alvarado el viernes 22 en un tuit a las 3:13 p.m.

“Agradecemos al gobierno de Panamá por el trabajo conjunto para llegar a acuerdos”, añadió aunque dicho arreglo es enfrentado por camioneros panameños.

Hasta 942 camiones atascados

Los 942 camiones cargados con alimentos, hierro, medicinas, papel higiénico, vidrio y distintos tipos de equipos y mercadería, provienen de todos los países centroamericanos, incluida Nicaragua, añade Confidencial.

“Entré por El Espino, el domingo 10 de mayo, y desde el lunes 11 de mayo, estoy en la fila”, dice Jesús Antonio Benítez, conductor salvadoreño. Su colega Sergio Ruiz Fletes, conductor nicaragüense lleva doce días varado en la frontera junto a centenares de transportistas.La crisis estalló cuando Costa Rica impuso estrictos controles sanitarios a los transportistas para prevenir el covid-19 en su país, cita dicho sitio.

Del lado tico, “una inmensa serpiente de furgones se extiende desde la frontera de Peñas Blancas hasta el pueblo de Sonzapote de La Cruz, a unos 13 kilómetros del puesto migratorio con Nicaragua”, relata La Voz de Guanacaste, en la crónica: “Las horas muertas: transportistas en la frontera con Nicaragua esperan con poco acceso a agua, comida e inodoros”, en un esfuerzo de colaboración de ambos medios.

La detección de decenas de transportistas contagiados de covid-19, llevó a las autoridades costarricenses a ordenar que la carga entrante a su territorio se entregue en las fronteras, para que conductores ticos se encarguen de llevarla a su destino, lo que generó el rechazo inmediato de los gobiernos de la región, mientras Nicaragua ordenó el cierre del puesto fronterizo.

Empresarios cuestionan viabilidad

También los empresarios exportadores y transportistas cuestionaron la viabilidad de la medida costarricense. “Nadie va a entregar su camión para que lo maneje un desconocido, que no sabes si te le va a cambiar algún repuesto, además que esa decisión no es viable por razones de seguros”, explicó Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), agrega Confidencial.

Ver: Confidencial, Managua