Edgar Fonseca, editor/Foto diario La Prensa, Managua
El doctor Carlos Cárdenas Canales se despidió de este mundo de la manera menos pensada: ignorado en la entrada de la sala de emergencia del Hospital Monte España de Managua, Nicaragua, denunció este miércoles el diario La Prensa de Managua.
Ahí, su hija Camila Cárdenas pedía a gritos que atendieran a su papá, que llegó con graves problemas de respiración como consecuencia del Covid-19. Nadie del personal médico se dispuso atenderlo, denuncian sus familiares.
El doctor Cárdenas tenía 71 años y era internista diabetólogo. Tenía su consultorio privado en Managua y desde ahí atendió a sus últimos pacientes, muchos con síntomas del covid-19, aseguró la familia al diario.
Contaba con una experiencia de más de 40 años, y es reconocido por ser fundador de Sumédico y del sistema de salud previsional en Nicaragua.
«Llegamos al hospital, antes se había acordado que lo iban a recibir, pero no nos hacían caso, nos miraban como bicho raro. Yo gritaba que por favor una camilla, la enfermera lo mantenía con todos sus signos mientras yo seguía gritando», relata la hija, según La Prensa.
«Necesitaba ser intubado, ponerle el respirador artificial», dice a LA PRENSA la enfermera privada que atendió al doctor Cárdenas en sus últimos días. «Les dije (a los doctores) que no estaban tratando con animales sino que con personas y hasta que Camila empezó a gritar que era el doctor Cárdenas, uno de los doctores se salió y parece que lo reconoció y fue él que tuvo la iniciativa de sacar la camilla», comparte la enfermera, añade el diario.
El tiempo perdido en la entrada de emergencia le costó la vida al doctor Cárdenas Canales, asegura la enfermera. Cuando logró ser ingresado, ya era demasiado tarde. No transcurrió mucho tiempo cuando los doctores anunciaban su fallecimiento, agrega la versión periodística.
Carlos Cárdenas, hijo del doctor, escribió un hilo de tuits este martes para contar la muerte de su padre. «Mi padre. Ayer falleció mi padre. Cuando recibí la noticia, quedé en shock, grité, lloré y sobre todo un torbellino de odio y dolor me envolvió por completo y se metió en mi ser hasta arrancarme el alma y llevársela. No pude evitar escupir mi odio contra los sandinistas», tuiteó y luego explicaba que su padre se contagió «por atender en privado a enfermos de Covid-19».
El gobierno de Nicaragua debe ser juzgado. Por provocar tantas muertes. Que dolor tan grande están teniendo los ciudadanos. Gente maravillosa que está cumpliendo con su deber como profesionales . Están perdiendo sus vidas y exponiendo a sus familiares. Son dignos de admiración!!! Ya basta con tanta tolerancia. Hora de actuar c ol no corresponde.