Edgar Fonseca, editor/Foto Getty Images, BBC Mundo
Este sábado seis de junio se cumplen tres meses desde que fue dictada la mayor alerta sanitaria de nuestra reciente historia ante el embate de la pandemia del coronavirus.
Tres meses después, el país está a salvo pero no fuera de peligro como lo evidencian esos preocupantes brotes de contagios en ciertos sectores del territorio.
La robusta respuesta institucional país, ante esta epidemia, se agiganta con el paso del tiempo en el contexto internacional al reconocerse los logros de una estrategia contundente y eficiente.
Una respuesta inmediata, certera pero no abusiva ni arbitraria. Mucho menos displicente.
La respuesta país es hoy modelo ante el mundo.
Y así vemos en perspectiva, y con no poco dejo de asombro, la tragedia con centenares y miles de muertos y millones de contagios en el resto del mundo.
La vemos en las superpotencias arrodilladas.
Llámese EE.UU., Rusia o China, epicentro de este mal global.
La vemos enseñoreada en naciones como Inglaterra, Francia, Italia, España.
La vemos ensañada en Latinoamérica, desde México hasta Chile.
Y la tenemos, muy amenazante, al otro lado de nuestras fronteras.
Una respuesta ejemplar
En medio de esta tragedia mundial, Costa Rica es un gran ejemplo.
La nación que 70 años atrás, gracias a líderes visionarios, decidió apostarle a la salud, a la educación y no a fuerzas armadas, es hoy modelo de reacción y comportamiento ante la mayor pandemia que ha azotado a la humanidad en una generación.
La estrategia guiada por Salud, la CCSS, combinada con los esfuerzos mayúsculos desde Seguridad, de innumerables instituciones así como con el respaldo y el sacrificio del sector privado, permiten ver estos tres meses con calma, con perspectiva, con andadura de enseñanzas, de logros, de errores, de correcciones, a lo largo de estas convulsas semanas en todos los campos de batalla de la emergencia.
No los vemos bajo un manto de tragedia, de luto, de dolor ni de vergüenza nacional.
¡Es un logro titánico!
Habría mucha mezquindad en no reconocerlo.
Un consejo a los ministros– Los ministros de Salud y Seguridad, claves en este esfuerzo, no deben desgastarse en los dimes y diretes de las redes y de las filtraciones irresponsables.
El país está consciente de la responsabilidad con que han asumido sus tareas en esta hora crítica de acontecimientos, por lo que deben mantenerse enfocados y concentrados en el objetivo crucial de la batalla, salvar al país de esta amenaza sanitaria.
El país le cree a ellos no a las redes.
No deben caer en la trampa de la ruindad politiquera a la vuelta de la esquina en estos tiempos.
