Con la pandemia a flor de piel en la “zona roja”

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hielo
Hielo

Edgar Fonseca, editor/Fotos Marco Monge

Angustia y temor, son dos sensaciones que sintió el veterano fotoreportero Marco Monge al caminar por los riesgosos predios de la “zona roja” de San José con el fin de captar los rostros de algunos de sus protagonistas bajo la pandemia.

Alguno, incluso molesto, le mostró un puñal amenazante mientras Marco, quien ha capeado todo tipo de tormentas en su vasta trayectoria de 30 años, captaba las imágenes.

En esa zona, relata, la vida transcurre igual, como si no hubiese pandemia.

¿Cómo nace la idea?

-La idea nace porque fui a comprar al mercado y fui viendo las regulaciones de uso de mascarillas alcohol a la entrada en todos los lugares las filas con distanciamiento en general todos los protocolos establecidos hasta en servicio público de transporte y decidí ir a ver qué había en la “zona roja” y mi sorpresa ahí es otro mundo donde nada de eso existe las prostituidas siguen buscando sus clientes, los bares funcionan y hoteluchos. También, además de la indigencia, drogadictos por la libre y algunos se trasladan a la avenida Central a pedir o recoger cartones para la venta. Pensé que teníamos dos países uno lleno de regulaciones y el otro por la libre con una condición social de pobreza.

-¿Habías captado imágenes parecidas anteriormente?

-Fui armando el trabajo en mi cabeza y fui a hacerlo en un día lo de la “zona roja” y en San José un día antes.

-¿Qué sientes al cubrir los efectos de la pandemia en la capital?

-Siento mucha angustia por la personas que no son tomadas en cuenta para la prevención y es molesto que sean las personas en condición de calle, pobres, drogadictos alcohólicos, desamparados sin ninguna posibilidad de nada.

-¿Cuál es el desafío de cubrir los rostros de una pandemia en la “zona roja”?

-Lo más delicado es la seguridad porque ahí son bastante aceleradas la personas que no les gusta que los fotografíen y se ponen muy agresivas y hay momentos donde alguno de ellos te muestra un puñal advirtiéndote que no sos bienvenido.

-¿Qué lecciones te ha dejado la pandemia hasta el momento como persona y como fotoperiodista?

-Que siempre hay dos versiones o dos mundos que nada es total y que siempre son castigados los que menos tienen.