Excomandante guerrillero de El Salvador alaba el modelo de desarrollo democrático de Costa Rica

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Edgar Fonseca, editor/Imagen con fines ilustrativos

Joaquín Villalobos, excomandante guerrillero del FMLN de El Salvador, alabó el modelo de desarrollo democrático de Costa Rica que en los últimos 71 años “modernizó el país, aseguró el crecimiento económico, la educación, el bienestar social y las libertades democráticas”, “sin fusilamientos”.

Así lo resalta Villalobos en un amplio análisis en el sitio independiente 14ymedio de La Habana en que vaticina el fin de los regímenes socialistas de Cuba y Venezuela a los que describe como “muertos que caminan” en medio de la pandemia mundial del covid-19.

“En Costa Rica hubo una guerra civil entre 1948 y 1949 que condujo a una revolución basada en un programa socialdemócrata que disolvió el ejército, estableció una nueva Constitución, modernizó el país, aseguró el crecimiento económico, la educación, el bienestar social y las libertades democráticas, destaca Villalobos, quien rompió con el rumbo autoritario, antidemocrático del FMLN y es un feroz crítico del llamado Socialismo del Siglo XXI.

“Todo esto –agrega– sin fusilamientos, sin declararse antiimperialista y sin satanizar al capitalismo y a los empresarios”.

“El líder de este movimiento, José Figueres Ferrer, ganó las elecciones en 1953, pero entregó el Gobierno cinco años después. No se quedó gobernando hasta la muerte”, enfatiza Villalobos, quien se desempeña como consultor en seguridad y resolución de conflictos y asesor del gobierno del presidente Iván Duque de Colombia en el proceso de paz en dicho país.

El país más estable, el que mejor ha enfrentado la pandemia

“Durante setenta y un años, en Costa Rica no ha habido golpes de Estado ni movimientos guerrilleros y ha tenido dieciocho presidentes electos libremente”, sostiene el excomandante Villalobos.

“Es el país más estable, el que tiene la mayor expectativa de vida y el que mejor ha respondido a la actual pandemia en Latinoamérica”, puntualiza.

“La educación de su población –agrega– le ha permitido atraer inversiones de Microsoft, Intel, Hewlett Packard, Google y Amazon, y lograr progresos en innovación tecnológica y respeto al medioambiente”.

“Tiene el salario mínimo más alto de Latinoamérica con 555 dólares, mientras en Cuba son solo 15. Los costarricenses no emigran en masa, al contrario, el país recibe inmigrantes y envía más dinero en remesas del que recibe. Estos resultados han superado siempre a Cuba, incluso en los mejores momentos del subsidio soviético”, compara.

Lo más importante, Figueres y sus seguidores no eran marxistas-leninistas

“Sin embargo –agrega Villalobos– estos resultados de la Revolución costarricense no despertaron la mitología religiosa que desataron Castro y Cuba. Sin duda hay diferencias importantes de contexto, como el carácter de las élites costarricenses, socialmente más sensibles que los oligarcas guatemaltecos o salvadoreños”.

“Pero lo más importante –destaca– fue que Figueres y sus seguidores no eran marxistas-leninistas y no les interesó ser redentores. Prefirieron instituciones a caudillos, no quisieron crear un hombre nuevo, entendieron que la naturaleza humana es un balance entre la cooperación y la competencia en la cual la ambición de los empresarios puede convivir con la solidaridad hacia los trabajadores.

“Pero una revolución sin mesías resultaba muy pagana para el fervor que dominaba a la izquierda de entonces, martirizada por las dictaduras. Por ello Costa Rica nunca fue reconocida por la izquierda como una verdadera revolución”, sentencia el exdirigente FMLN.

Cuba, Venezuela, muertos que caminan en medio de la pandemia

Villalobos vaticina el fin de los regímenes socialistas de Cuba y Venezuela.

Los describe como “muertos que caminan” en medio de la pandemia mundial del nuevo coronavirus.

“El riesgo de que aparezcan nuevos Gobiernos autoritarios resultado de la pandemia es un tema político; la democracia no es universal y podría perder terreno, pero el carácter capitalista de las economías no está en cuestión”, asegura.

“La recesión económica generada por la pandemia provocará protestas sociales y problemas a la clase política en todas partes, incluidos China, Rusia, Gran Bretaña, Brasil, México y Estados Unidos. Pocos Gobiernos saldrán bien librados, ya sean de derecha o izquierda, pero hay que estar locos para pensar que habrá revoluciones populares comunistas en alguna parte”, dice.

“El capitalismo sufrirá reformas y sobrevivirá; lo que no sobrevivirá es la utopía estatista cubana y el desastre del socialismo del siglo XXI en Venezuela. Pueden seguir un tiempo más como muertos que caminan, pero el modelo marxista no va a resucitar y la aproximación de su final tiene consecuencias”, advierte.

Ver: Cuba: final de la utopía (I), 14ymedio, La Habana