Edgar Fonseca, editor/Foto Twitter
Al filo de la navaja, el gobierno logró la tarde de este jueves, el crucial respaldo de 40 diputados de la Asamblea Legislativa que aprobaron un préstamo inicial por $508 millones con el FMI, que abre las puertas a la mayor negociación del país con dicha entidad en las últimas décadas, en medio de la convulsión económica que atraviesa bajo la pandemia del coronavirus.
El primero en celebrar la aprobación fue el presidente Carlos Alvarado quien enfrentó una férrea amenaza de diputados minoritarios por torpedear el paso de este empréstito requisito para las negociaciones futuras con el Fondo Monetario Internacional para un acuerdo stand by por $2.250 millones al que aspira el gobierno para enfrentar la debacle económica pospandemia.
Es un respiro, dice Alvarado
“El crédito de $508 millones con FMI generará ahorro de aproximadamente $50 mil diarios, como resultado de cambiar deuda cara por barata”, destacó el gobernante quien durante las últimas semanas fijó la aprobación del préstamo como una decisión política crítica para la estabilidad financiera que busca su administración en medio del severo deterioro fiscal del país.
“Se abonarán $50 millones a deuda con la CCSS de Costa Rica”, destacó Alvarado.
“Gracias a congresistas que dieron su voto a esta ley que da un respiro a las finanzas de Costa Rica”, admitió el mandatario tras la aprobación legislativa.
El pase del crédito se vio férreamente criticado por opositores no solo minoritarios sino de las fracciones PLN y PUSC que cuestionan la austeridad y eventual recuperación económica que pregona el gobierno de Alvarado.
“No puedo votar este empréstito con las dudas que tengo sobre voluntad del Ejecutivo para crear empleo, bajar el costo de la vida, mejorar productividad y competitividad y cuando lo que tengo son indicios de más impuestos”, cuestionó Pedro Muñoz del PUSC.
Al final, 40 legisladores le dieron su aprobación al préstamo de mayor significado político y económico de tiempos recientes; catorce votaron en contra.
Momento difícil
“Costa Rica, en uno de los momentos más difíciles de su historia, no puede ser víctima de las “ottonadas” y las incoherencias del PAC. Apoyamos el préstamo por el FMI porque no tiene condiciones y tiene intereses mucho más bajos que cualquier otro crédito”, destacó la también PLN, Silvia Hernández.
“Oponerse a esas condiciones sería condenar al país a pagar más y poner en peligro los programas sociales que requieren fondos. La irresponsabilidad politiquera no puede ser nuestra guía, ya sea por cálculo electorero o por el silencio cómplice del PAC”, enfatizó.
Paola Valladares del PLN lo respaldó aunque advirtió que lo hizo “con el dolor de mi alma”.
“Solo por eso votaré a favor del proyecto, porque no seré parte de las gravísimas consecuencias que tendrá Costa Rica”, destacó la también liberacionista Ana Lucía Delgado, integrante de la Comisión de Asuntos Hacendarios donde se tramitó el empréstito.
“Me garanticé que no fuera un cheque en blanco”, sostuvo.
“Estoy harta de las manipulaciones de este gobierno. Voté en contra del préstamo del FMI por la poca transparencia”, reaccionó la verdiblanca Franggi Nicolás.
