Edgar Fonseca, editor/Foto Houston Castillo , VOA Noticias
La Agencia de la ONU para los Refugiados detalló en su más reciente informe que durante los últimos dos años, más de 102.000 nicaragüenses han solicitado refugio en el exterior, la mayoría en Costa Rica, cita un informe del sitio VOA Noticias que reseña las difíciles condiciones por las que atraviesan muchos migrantes en suelo tico en medio de la pandemia.
La primera parada para la mayoría de las personas refugiadas nicaragüenses se encuentra en su país vecino, Costa Rica, que acoge a dos tercios del total de refugiados y solicitantes de asilo procedentes de Nicaragua, unas 77.000 personas, ratificó ACNUR en un informe el 10 de marzo de 2020.
Alrededor de 8.000 personas han huido a Panamá y otras 9.000 a Europa, mientras que México acoge a 3.600 personas. Con 5.100 en otros países, en el mundo hay un total de 103.600 personas nicaragüenses refugiadas y solicitantes de asilo hasta la fecha, agrega el ente de ONU.
Desde octubre de 2019, Costa Rica, con apoyo de ACNUR, ha agilizado el procedimiento para la determinación del estatuto de refugiado para aquellos perfiles comunes de las personas que se conoce que han sido perseguidas en Nicaragua, lo que está permitiendo reducir los tiempos para que estas personas sean reconocidas como refugiadas y se les garantice protección, cita dicho estudio.
Asegura que a través de un acuerdo con ACNUR, Costa Rica también ha permitido el acceso al sistema de salud pública a 6.000 de las personas solicitantes de asilo en mayor situación de vulnerabilidad, incluyendo a personas con discapacidades o enfermedades crónicas, aquellas que necesitan intervenciones quirúrgicas, supervivientes de tortura y personas que viven en condiciones de extrema pobreza.
La cifra de quienes han buscado refugio en el país coincide con el periodo de represión desatado por el régimen de Daniel Ortega desde abril 2018 tras una rebelión ciudadana que dejó al menos 300 muertes, centenares de detenidos y miles forzados a emigrar.
Sobrevivir en condición de refugiado en medio de la pandemia es un reto para más de 100.000 nicaragüenses que se encuentran en México y Centroamérica, afirman organizaciones que defienden los derechos humanos, según el sitio VOA Noticias.
Muy difícil sobrevivir
El activista nicaragüense José Alberto Montoya, que se exilió en Costa Rica tras las protestas originadas en abril de 2018, es uno de ellos.
Montoya explicó a la Voz de América que ha pasado por situaciones difíciles debido al desempleo que hay en el país vecino a causa del nuevo coronavirus.
“Sobrevivir en esta coyuntura de la pandemia, desde la perspectiva de una persona refugiada ha sido sumamente difícil”, señala Montoya.
Expuso que ha sobrevivido gracias a las remesas que le han enviado sus familiares y al apoyo de algunas organizaciones humanitarias, pero reconoce que no son suficientes.
“Una de las principales preocupaciones (para los refugiados) es simplemente no tener qué comer. Es ir a tu cocina y no tener qué hacerte de comer. Hay niños y niñas que no tienen qué comer. Hay una crisis humanitaria en el exilio, aparte de la sanitaria”, advierte Montoya.
La activista Ana Quirós, defensora de derechos humanos exiliada en Costa Rica, instó a un mayor apoyo de las organizaciones para la diáspora que huye de “la represión estatal” en Nicaragua, agrega el informe de VOA.
Quiróz explicó que a consecuencia de la pandemia, el empleo formal e informal ha disminuido en Costa Rica, afectando de gran manera a los nicaragüenses.
“La mayoría de los exiliados contaban con empleos informales. Alrededor de un 34 % dependían de ayudas institucionales, especialmente de ACNUR, pero eso tiene un límite y ahora con el aumento del desempleo son más las personas que requieren ese apoyo”, dice Quirós.
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