Edgar Fonseca, editor
Por segunda vez en menos de tres meses, y tras el fracaso de una primera iniciativa, el gobierno confirmó el jueves 3 de diciembre que irá a una negociación con el FMI para tratar la apremiante condición del fiscal del país.
Así lo ratificó el ministro de Comunicación, Agustín Castro.
Sostuvo que el gobierno acudirá a la negociación con el Fondo Monetario Internacional con el fin de solventar el problema fiscal del país de manera permanente.
El presidente Carlos Alvarado, también corroboró la eventual negociación con el FMI.
“Sí, vamos a acudir al Fondo Monetario Internacional”, respondió el mandatario en una entrevista con el diario La Nación.
La anterior iniciativa, lanzada en setiembre, zozobró en octubre en medio de la mayor ola de protestas callejeras, disturbios y bloqueos desde 2002 en oposición al acercamiento con el Fondo.
El gobierno hizo el anuncio tras guardar silencio ante fuerte presión política opositora para que aclarara si mantenía la posible negociación con el FMI.
Diputados de distintas fracciones amenazaron con no aprobar más créditos externos por unos $800 millones, como los requiere el gobierno, sino fijaba su posición respecto al posible diálogo con el organismo multilateral.
Entre otras reacciones, la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) condicionó su respaldo al anuncio del Ejecutivo a que no haya más impuestos en la propuesta.
Negociarán con base en acuerdos multisectoriales
Según Casa Presidencial, con la eventual negociación con el FMI el principal objetivo es alcanzar un superávit primario del 1% en el 2023, lo cual permitiría consolidar una trayectoria de estabilidad de mediano y largo plazo en las finanzas públicas del país.
La base de la nueva negociación serán los los acuerdos alcanzados recientemente en el Diálogo Multisectorial, se anunció.
A esto, según la versión oficial, el Gobierno adicionará sus propias iniciativas para cubrir la diferencia aún faltante para alcanzar la meta.
Ajuste previsto
Según el gobierno, como se planteó en ese diálogo, esto implica un ajuste fiscal de 2,5% del PIB. La meta es alcanzarlo con una solución que equilibre la reducción del gasto (1% del PIB, además de la reducción necesaria para cumplir la regla fiscal que será de 3 puntos del PIB en los próximos 4 años); con la reducción de exoneraciones (0,7% del PIB) y nuevos ingresos (0,8% del PIB).
La versión oficial consigna que la nueva propuesta además de discutirse con el FMI, también se negociará con las fracciones parlamentarias.
El gobierno prometió que informará de manera transparente cuando se fije la fecha de inicio de las negociaciones y conforme surja información relevante para compartir.
Constructores condicionan respaldo
La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) condicionó su respaldo al anuncio del Ejecutivo.
Avalan el apoyo a las negociaciones, “siempre y cuando no incluyan nuevos impuestos”, dijo su Director Ejecutivo, Randall Murillo.
“Siempre y cuando las medidas que se adopten no incluyan nuevos impuestos para el sector productivo y los consumidores”, ratificó Murillo.
Ven con buenos ojos que se inicie un diálogo con el FMI, siempre y cuando se base en los criterios que se definieron en las mesas del Diálogo Nacional y en los consensos que se lograron.
“Sin embargo, leyendo el comunicado de Casa Presidencial, concluimos que el Gobierno va a agregar sus propias iniciativas para cubrir el faltante que se necesita para alcanzar la meta”, alertó Murillo.
Instó a no aprobar más impuestos
“Hacemos un llamado, a sabiendas de que la construcción y la economía en general, siguen enfrentando condiciones críticas, para que no se aprueben nuevos impuestos”, dijo el representante de dicho sector.
“No podemos tolerar más tributos, sino que se debe buscar la forma de cubrir los faltantes, ahorrando costos, haciendo recortes, o cualquier otro tipo de acción”, insistió.
Según dicho conglomerado, fijar más impuestos en momentos en que no hay señales de reactivación, sería lapidario para la construcción y para la economía del país.