Con la tasa R, 0,85, –de contagios de covid-19– la más baja observada en el país desde fines de abril, los expertos del Centro Centroamericano de Población de la UCR, prevén que la incidencia de nuevos casos fluctuará entre 300 y 400 diarios.
Dicha tasa significa que cada nueva generación de nuevos contagios será un 15% menos numerosa que la anterior, resalta el más reciente informe de análisis de evolución de la pandemia, que no tiene claro por qué el fuerte descenso en casos en semanas recientes.
Los escenarios inmediatos
Escenario 1 optimista
Según el estudio, si, en el mejor de los casos, la tasa R continúa su caída y llega dentro de un mes a R = 0,7, la incidencia de Covid-19 se reduciría a 300 casos diarios.
Esta cifra optimista –admiten– sigue siendo problemática, tanto por la presión que aún ejerce sobre los servicios hospitalarios como por continuar por encima de las capacidades del país para el rastreo y testeo de contactos para contener el brote.
Una situación confortable de óptima trazabilidad de los casos y contención del brote solo se logrará si el número diario de casos cae por debajo de 200 (como antes del mes de julio), dadas las limitaciones que ha demostrado el país para efectuar más de 3 o 4 mil tests diagnósticos diarios, advierten.
Escenario 2 pesimista
Si se revierte la tendencia actual y la tasa aumenta levemente a R = 1,0 la curva epidémica se estabilizaría en alrededor de 600 casos diarios a mediados de febrero, una situación que sería mejor que la actual de 800 casos diarios, destaca el análisis.
Escenario 3 neutro (y más probable)
Si la tasa R se estanca o fluctúa en torno a 0,85, dentro de un mes (febrero) Costa Rica estará con reportes de 400 casos diarios en promedio, es decir la mitad que la cifra media actual. Este escenario, aunque resulta en una cantidad sustancialmente menor de nuevas infecciones, continúa representando una presión problemática (aunque menor que en semanas recientes) sobre los servicios hospitalarios, cita el informe.
No tienen claridad sobre causas de baja en casos
Los expertos no hallan explicación precisa al descenso en contagios que evidencia el país desde inicios de año.
No es claro a qué se debe que, ahora sí, en enero, la tasa de reproducción de la pandemia ha bajado decisivamente. Tres factores que pueden haber influido son: (1) las restricciones de circulación y de aglomeración en bares y similares ordenadas a partir del 1 de enero; (2) la caída de actividades económicas y sociales que usualmente se observa en el país en la denominada “cuesta de enero” en la que muchas familias tiene restricciones económicas que les obliga a quedarse en casa mientras otras se van de vacaciones; y (3) la propia dinámica del brote epidémico que reduce el reservorio de personas susceptibles de infectarse porque muchas se han inmunizado al haber sufrido ya la enfermedad, consigna el análisis.
La tasa R del COVID-19 en Costa Rica, estimada con los datos reportados hasta el 22 de enero de 2021, es R = 0,85 con tendencia a la baja desde hace dos semanas, ratifica el informe.
Esta estimación –dijeron– corresponde a contagios ocurridos el 16 de enero aproximadamente ya que en promedio suelen transcurrir 6 días entre el momento del contagio y el reporte confirmatorio del laboratorio (4 días de incubación más 2 días de respuesta del test).
Excelente noticia
La UCR califica de excelente noticia el comportamiento a la baja de contagios.
La estimación correspondiente al cierre del año 2020 fue de R = 1,04; es decir que la tendencia en lo que va del mes y del nuevo año ha sido de una clara baja de 18% en poco más de dos semanas. Esta es una excelente noticia luego del repunte observado en la segunda mitad de diciembre, cita el estudio.
Es la tasa R más baja observada en el país desde fines de abril y significa que cada nueva generación de nuevos contagios será un 15% menos numerosa que la anterior (recordemos que el intervalo medio entre generaciones de Covid-19 es de aproximadamente 8 días)
Según el estudio, la tasa R alcanzó el umbral clave de R=1 hacia el 15 de setiembre, pocos días después de una de las la últimas medidas del gobierno para contener el contagio: la orden sanitaria de 31 de agosto que hizo obligatorio el uso de mascarilla en lugares públicos. Al llegar a este umbral Costa Rica alcanzó también el pico de la curva epidémica.
Sin embargo, agregaron, contrario a lo sucedido en muchas otras poblaciones, la tasa R no continuó cayendo, sino que se estancó en valores fluctuantes alrededor de 1. Con ello se logró el deseado aplanamiento de la curva infecciosa, pero no la típica curva de campana observada en otras poblaciones.
Comparados en Iberoamérica
Según el análisis, prácticamente en todos los países iberoamericanos ha caído la tasa R en las dos primeras semanas de enero, así como que en las dos semanas finales de 2020 en casi todos la tasa aumentó. Vale decir que las tendencias observadas en el país son parte de procesos similares de ámbito continental. Sin embargo, Costa Rica y Panamá destacan por presentar las tasas R más bajas del grupo.
Una característica de las curvas de la tasa R que se observa en la gráfica es su gran volatilidad, especialmente en los primeros meses de la pandemia. Luego hay cierta convergencia de los países hacia valores en torno a R=1. Aunque en países con un reducido número de casos como Cuba y Uruguay la volatilidad persiste.