PuroPeriodismo/Foto Le Monde, París
El expresidente francés Nicolas Sarkozy fue condenado este lunes a tres años de cárcel -uno de ellos firme- por corrupción y tráfico de influencias. El tribunal correccional de París halló culpable al exjefe de Estado, que ocupó el Elíseo entre el 2007 y el 2012, de haber intentado corromper a un juez, informa el diario La Vanguardia de Barcelona.
Es la primera vez, durante la V República, que un presidente francés es condenado a prisión firme. Jacques Chirac recibió una pena de dos de cárcel, en el 2011, por el escándalo de los empleos ficticios en la alcaldía de París, pero no implicaba el ingreso efectivo en prisión.
Sarkozy, con mucha influencia en la derecha, era considerado hasta ahora un potencial aspirante de nuevo a la presidencia, destaca La Vanguardia.
Gran golpe político
Además de la cuestión penal, la sentencia supone un gran golpe político porque Sarkozy ha seguido ejerciendo mucha influencia en la derecha francesa. Era considerado hasta ahora un posible aspirante otra vez a la presidencia, una posibilidad que, obviamente, se evapora.
El actual jefe de Estado, Emmanuel Macron, mantiene una relación muy cordial y fluida con Sarkozy. Le consulta e incluso le ha encargado misiones oficiales. Macron ha echado mano de personas que trabajaron para él. Por ejemplo, el hoy primer ministro, Jean Castex, procede de la derecha y fue secretario general adjunto del Elíseo durante la presidencia de Sarkozy. El titular de Interior, Gérald Darmanin, fue muy próximo al exmandatario, consigna La Vanguardia de Barcelona.