PuroPeriodismo/Foto Diario de Almería, Andalucía, España
Prácticamente un año después de contraer el coronavirus, a Munir aún le sigue costando caminar. De hecho, no puede hacerlo sin ayuda de las barras paralelas en las que entrena día tras día para seguir aumentando fuerza y masa muscular como parte de su tratamiento de rehabilitación. El pasado 27 de marzo de 2020, este médico de urgencias del Hospital de Poniente de El Ejido, Almería, España, dio positivo en Covid-19 y, desde entonces, sigue peleando con una enfermedad que ha superado, pero cuyas secuelas siguen suponiendo un duro obstáculo en su vida diaria, destaca un informe del sitio Nius de Madrid.
“Al conocer que era positivo, me aislé completamente en casa y empecé a beber mucho líquido. Sin embargo, me encontraba peor cada día que pasaba, hasta que tuvieron que ingresarme. Las pruebas detectaron que sufría una neumonía bilateral provocada con la ovid-19”, relata Munir Abu Jok Rajab, que el primer facultativo en ser ingresado por esta enfermedad en la provincia de Almería.
Munir sufrió un cuadro de distrés respiratorio, y no respondía al oxígeno, por lo que tuvo que ser intubado e ingresado en la UCI. Ahí comenzó su calvario, reseña Nius.
Fueron el total 37 días sedado e intubado: “Me desperté con sufrimiento y alucinaciones. Perdí toda la fuerza, tenía una atrofia muscular tremenda y no podía mover nada”.
La vida comenzaba de nuevo para él, agrega Nius.