Edgar Fonseca, editor/Foto EPA, BBC
La abrupta salida de las tropas de EE.UU. de Afganistán tensó su relación con los socios europeos de OTAN, sostiene el periodista y diplomático, Eduardo Ulibarri, exembajador de Costa Rica en ONU, al analizar los impactos inmediatos de la llegada al poder de los talibanes y el convulso retiro norteamericano, tras 20 años de intervención en esa nación asiática.
Ve inminente un severo deterioro del ejercicio de los derechos humanos, en particular en perjuicio de las mujeres, bajo una implacable ley islámica.
Y presagia un fuerte foco de desestabilización regional por su vecindad con naciones que enfrentan distintos tipos de amenazas terroristas islámicas.
Asó lo expuso en una amplia entrevista con este editor, el pasado miércoles 18 de agosto, transmitida desde PuroPeriodismo, vía Zoom Facebook Live.
Su manifestaciones se dieron al tiempo que, desde Kabul, BBC reportó que fuerzas talibanas ejecutan una cacería “puerta a puerta” contra sospechosos de haber colaborado con las fuerzas OTAN.
Hay caos en el aeropuerto de Kabul mientras ciudadanos afganos y extranjeros intentaban abandonar el país este viernes 20 de agosto, añade la cadena británica.
Tensión con socios OTAN
“Esta salida, digamos, tan abrupta de Estados Unidos, ha tensado sus relaciones con sus grandes aliados tradicionales, la OTAN, o sea la gran alianza de defensa occidental, compuesta por Estados Unidos, Europa, la mayoría de los países europeos más Canadá que ha estado brindando apoyo y que de pronto ve esta decisión mal manejada”, destacó Ulibarri.
“No es que ellos no tuvieran aviso de que eso iba a suceder, pero ha ocurrido de una manera tan desordenada que indudablemente ha puesto a los socios europeos de Estados Unidos en la OTAN a pensar seriamente sobre la confiabilidad de Estados Unidos como un aliado total en materia de defensa”, aseveró.
“Este efecto sobre la disposición de Estados Unidos de asumir a plenitud sus compromisos de defensa, creo que es de los mayores que va a tener en una escala más global”, enfatizó.
El impacto más doloroso
La amenaza a los derechos humanos en general, en particular a los de las mujeres, es para dicho analista el golpe más doloroso tras los recientes acontecimientos, precipitados en el fin de semana con miles de afganos y ciudadanos estadounidenses arremolinados en el aeropuerto internacional de Kabul en su intento de escapar al asedio de las fuerzas talibanas.
“A nivel interno lo más doloroso es el impacto que esto va tener sobre el ejercicio de los derechos humanos fundamentales en Afganistán”, sentenció.
“Por muchas promesas que hagan los talibanes, quienes han dicho que van a respetar los derechos de las mujeres pero en el marco de la ley islámica, lo cual establece unas limitaciones muy grandes, lo más probable es que haya un retroceso enorme a la posibilidad de educación, de trabajo y de participación pública de las mujeres en Afganistán”, remarcó.
“Luego –añadió– por muchas promesas que hayan hecho de respetar derechos de otros sectores, por ejemplo, de la prensa, todo está enmarcado en que no critiquen al poder, que no tengan actitudes que pongan en riesgo, según ellos, al Estado, lo cual quiere decir que las libertades públicas en Afganistán van a, o a desaparecer del todo, o a verse seriamente limitadas”.
“Y también –advirtió– hay un gran riesgo de venganza, de vendettas, en contra de personas que han estado vinculadas al gobierno afgano”.
“Creo que este es el impacto más doloroso, un impacto que, tal vez, no es el que desde el punto de vista de los sectores políticos estadounidenses más se toma en cuenta, pero desde el punto de vista humano considero que es el más importante”, ratificó.
Convulsión regional
Ulibarri prevé un fuerte impacto regional tras el ascenso de los talibanes al poder.
“El impacto va a ser muy grande”, afirmó.
“Afganistán tiene frontera con seis países. Tiene fronteras con Pakistán que es la más extensa. Es una frontera sumamente extensa. Tiene fronteras con Irán, con Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán, que son exrepúblicas soviéticas, todas las cuales enfrentan distinto tipos de amenazas terroristas islámicas. Son repúblicas de mayorías musulmana, pero, obviamente, no todos los musulmanes son iguales. Hay sectores terroristas musulmanes que desafían a los gobiernos de esos países”, alertó.
Reseñó que Irán es un país de mayoría chiita, Afganistán es de mayoría sumita y hay sectores chiitas que son una rama del islam que son perseguidos en Afganistán y, además, el flujo de refugiados a todos estos países, no tanto a Pakistán, ha sido enorme.
Además, dijo, Afganistán tiene una frontera muy estrecha con China, lo que genera un panorama regional complicado, desde el punto de vista de desafíos para todos estos países, para una posibilidad de refugio, de protección o por lo menos de tolerancia de posibles grupos terroristas en Afganistán que se vuelvan de distinta manera contra esas naciones.
China por su parte –según su análisis– ve una oportunidad de poder desarrollar un modus vivendi, relaciones adecuadas con los talibanes, y que eso le permita capitalizar sus ambiciones de control geopolítico, económico y la llamada Ruta de la Seda, que al pasar por Afganistán tendría una posibilidad de llegar muy rápidamente al Océano Arábigo.
Ahí hay un tema importante en el ámbito regional, resaltó.
Afganistán no es Vietnam pero…
Puso de relieve, también, el fuerte costo político interno a pagar por la administración Biden por el convulso desenlace de la salida tras 20 años de guerra, la más larga en la historia de intervenciones externas norteamericanas.
“Me atrevería a apuntar otro foco de impacto que es ya internamente en Estados Unidos. En la política estadounidense el caso de Afganistán no es algo que desde el punto de vista del público general genere tanta sensibilidad o interés. No tiene nada que ver con lo que sucedió, por ejemplo, con la guerra de Vietnam, que fue un gran tema de dividió a la sociedad totalmente. Este es un tema que afecta más a los sectores políticos, pero ahí, indudablemente, el impacto para el gobierno de Biden ha sido muy negativo, porque las críticas han sido tanto de los republicanos, lo cual es lógico y para nada sorprendente, como de una gran porción de dirigentes políticos demócratas. Diría que todas estas fuentes de impacto son muy negativas. Biden ha dicho que Estados Unidos necesita focalizarse en otros desafíos, digamos el desafío que Estados Unidos con mayor seriedad es el de China, pero bueno el asunto es el costo de todo esto”, puntualizó.