Edgar Fonseca, editor/Foto Confidencial, Managua
El expresidente de Costa Rica y Premio Nobel, Oscar Arias, condenó la dictadura Ortega-Murillo de Nicaragua por perseguir al escritor Sergio Ramírez contra quien ordenaron causa judicial y orden de arresto.
Ramirez se encuentra de gira por España para presentar su más reciente libro Tongelele no sabía bailar alusivo a la represión que desató el régimen de Ortega en 2018 para aplastar una rebelión ciudadana con más de 300 muertos, miles de presos políticos y al menos 100 mil exiliados, su gran mayoría en Costa Rica.
Libertades amenazadas
El dos veces exmandatario costarricense calificó dicha dictadura como más opresora y criminal que la de Somoza que cayó violentamente tras la revolución de 1979.
Así lo expuso Arias en un post Facebook que tituló: ¡El régimen de Ortega intenta silenciar a Sergio Ramírez Mercado!
Para mí, imponerle restricciones a la comunicación del pensamiento, de palabra o por escrito, es socavar la base de todas las demás libertades, anularlas o hacerlas inoperantes, dijo Arias.
Cuando hay un verdadero régimen de opinión pública, cuando la prensa puede criticar libremente una decisión política o una medida económica del Gobierno, cuando un escritor y novelista puede escribir sin temor a ser censurado o encarcelado, los pueblos pueden satisfacer sus exigencias de renovación social y política, fustigó.
Todo lo que signifique propiciar el pluralismo de puntos de vista, todo lo que fomente la libertad de pensamiento, de creación, de crítica, de expresión, fortalece la conciencia cívica de los pueblos, agregó.
Con esa conciencia –sostuvo– se promueve el perfeccionamiento integral del mundo.
Siempre será válida la advertencia de que el temor a la libre divulgación de las ideas es síntoma de debilidad y preludio de la represión, dijo.
El silencio de todos
Hágase callar la voz de una mujer o de un hombre, de un escritor o un periodista y ya se habrá iniciado el camino hacia el silencio de todos, censuró Arias.
Imponer restricciones sobre nuestros pensamientos o empeñar nuestros valores e ideales es socavar la base de todas las demás libertades, advirtió.
Nunca nos imaginamos los costarricenses que adversamos la dinastía de los Somoza que el pueblo nicaragüense volvería a ser sometido a una dictadura mucho más opresora y criminal como la de los Ortega-Murillo, sentenció el exgobernante.