Edgar Fonseca, editor/Foto LDA
Tras casi un mes de silencio luego de la nueva eliminación de Alajuelense del torneo de fútbol local, el presidente del club, Fernando Ocampo, reconoció el fracaso pero defendió este lunes con vehemencia la gestión del director deportivo, Agustín Lleida, en la mira de críticos y aficionados.
“El fútbol masculino pesa muchísimo. Hicimos una planilla para ser campeón. En la valoración que se hace vamos a corregir”, admitió.
“Tenemos que hacer ajustes para lograr el objetivo que todos queremos”, dijo.
Es un proyecto
“Esto es un proyecto y algunos quieren reducir el proyecto en si metemos o no un penal en una final”, alegó.
“Claro que todos queremos ser campeones en el fútbol masculino, pero este es un proyecto más grande. Hay un montón de áreas y eso entra para realizar la valoración del año“, dijo Ocampo a la prensa.
Sus manifestaciones las dio en la presentación de la ariete Shirley Cruz como nueva ficha del equipo femenino manudo bicampeón nacional.
“El año pasado –insistió– la Liga tuvo puntos muy altos en una gran cantidad de áreas”.
“Ni somos lo mejores, ni somos los peores. Hay que hacer la valoración”, aseveró.
Alajuelense fue eliminado de nuevo en su propio estadio el 12 de diciembre por su archirrival Saprissa, que pasó a la final pero fracasó, también, ante Herediano.
La eliminación generó un zafarrancho de aficionados que invadieron la cancha, insultaron a jugadores, cuerpo técnico y directivos tras lo cual fue vetada la barra “La 12”. El estadio Alejandro Morera fue sancionado con cuatro fechas de cierre.