Edgar Fonseca, editor/Foto debate Teletica
América Central puede ser pequeña (sus siete países tienen una población combinada de poco más de 50 millones, a la par con la de Colombia o España), pero la región tiende a aparecer en las noticias con frecuencia y por todas las razones equivocadas: violencia criminal en espiral, corrupción internacional, escándalos y retrocesos democráticos, por nombrar sólo algunos, destaca un análisis del sitio Foreign Policy que califica las elecciones de mañana domingo en Costa Rica como “un modelo para el mundo”.
Pero una nación centroamericana vuela por debajo del radar: Costa Rica. El 6 de febrero, el país elegirá un nuevo presidente y renovará su legislatura unicameral de 57 escaños, la Asamblea Legislativa. Y hasta ahora, la carrera ha sido refrescantemente aburrida. Si bien los principales candidatos difieren en cuanto a la política, las instituciones democráticas del país funcionan notablemente bien. Nadie está pidiendo una revisión radical del sistema político. Lo que es más importante, la elección misma promete ser libre, justa y sin cuestionamiento, destaca Foreign Policy.
Un caso atípico en el hemisferio occidental
Las elecciones nada dramáticas de Costa Rica lo convierten en un caso atípico en el hemisferio occidental. A diferencia de las elecciones recientes en Honduras y El Salvador, la elección de Costa Rica no enfrentará a los partidos de oposición en apuros contra los titulares autocráticos. A ningún candidato se le prohibirá postularse a última hora, como en las elecciones de 2019 en Guatemala. Tampoco habrá escenas de líderes de la oposición en el exilio condenando una dictadura en casa, como en la farsa electoral de Nicaragua el año pasado, agrega dicho sitio.
A diferencia de naciones de América del Sur como Brasil y Colombia, que también elegirán nuevos presidentes este año, en Costa Rica los populistas siguen siendo la excepción a la norma. E incluso las enfermedades comunes y corrientes, como la manipulación y las calumnias contra la prensa, que el público estadounidense conoce demasiado bien, están fuera de discusión. No es de extrañar que el organismo de control Freedom House le haya dado a Costa Rica calificaciones mucho más altas en derechos civiles y políticos que la mayoría de los países de América Latina y los Estados Unidos, consigna el análisis.
Especial PuroPeriodismo: Costa Rica’s Boring Elections Are a Model for the World, Foreign Policy