El hundimiento del PAC, epitafio al PLN y … la “tierra prometida”

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Edgar Fonseca, editor

  • Apuntes tras el proceso electoral recién finalizado

El hundimiento del PAC-La mayor debacle político-electoral en lo que va del siglo la protagonizó el oficialista PAC. Las causas múltiples. Algunas más que evidentes. Veamos:

El peor de los candidatos– En una caricatura de convención, viciada, copy paste de las conjuras bipartidistas, escogieron al candidato menos carismático y sentenciaron de entrada su suerte, de por sí, decidida, tras el desgaste de ocho años consecutivos de gobierno.

El bumerán de la corrupción– Según sus ayatolas y fundadores, el PAC saltó al escenario político para salvar al país de la corrupción entronizada por el bipartidismo.

Así, partieron a la sociedad tica en buenos (ellos) y malos (los otros), en inmaculados (ellos) y en corruptos (los demás), en querubines (ellos), que llegaban al poder para sanear la gestión pública, y en villanos, el resto.

Los múltiples escándalos internos, la sentencia por estafa al Estado tras documentadas investigaciones del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), dejaron al descubierto, poco a poco, la vulnerabilidad de aquel discurso altisonante, divisivo, mesiánico, muy similar al que hemos escuchado en las últimas semanas.

Los grotescos episodios del “cementazo chino”, que hicieron crujir los pasillos de Casa Presidencial bajo la administración Solís, terminaron de fulminarlos.

Aquella cruzada yihadista fundacional se les convirtió en bumerán.

Una factura muy cara-La extrema sindical, con la que dicha administración coqueteó a raudales, no perdonó al presidente Alvarado el impulso que dio a la mayor reforma estructural de saneamiento fiscal de los últimos 20 años.

Le pasaron la más alta factura y contribuyeron a enterrar al partido, al menos en estas elecciones.

Dicen que en política no hay muertos pero el PAC necesitará de una profunda reingeniería y reinvención para volver a jugar el contrapeso que protagonizó en las últimas dos décadas.

Un PLN en picada

“El nombre que propuse fue el de Rebeca Grynspan: una mujer extraordinaria. Una mujer inteligente, conocedora de los problemas del país, Latinoamérica y el mundo, una mujer con liderazgo y carácter que dirigió el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en el pasado y la Secretaría General Iberoamericana en la actualidad”. Así razonaba el expresidente Oscar Arias, el 25 de febrero de 2021, su decisión de optar por una figura diferente al expresidente Figueres para las elecciones de 2022.

Su propuesta cayó en saco roto.

De paso vaticinó que a Figueres no le alcanzaría el respaldo para ganar una elección nacional.

Su pronostico se cumplió la noche del domingo 3 de abril.

Pero la caída en picada del PLN, tiene honda huella.

En 2014, Johnny Araya desistió de presentarse a la segunda vuelta y dejó huérfano al partido.

Y en 2018 Álvarez Desanti, en un mayúsculo revés, ni siquiera pudo superar el escollo de la primera vuelta.

Aunque en estas elecciones cazó el mayor botín legislativo que le permite maniobrar, negociar y “cogobernar”, como lo hizo en el cuatrienio que acaba, el PLN se mueve en creciente desarraigo con vastos sectores de la sociedad.

El votante de las costas, otrora bastiones verdiblanco, le castiga inmisericorde y el apoyo en áreas urbanas es frágil, con un votante volátil en lealtades y filiaciones partidistas.

Liberación se convirtió en una maquiladora de munícipes, alcaldes y diputados, marginada del poder presidencial.

Requerirá, de cirugía mayor tras este nuevo fracaso que, bien advierte el Premio Nobel, podría ser el epitafio para la más longeva institución partidista del país.

Y “la tierra prometida”…

La pirotecnia de campaña queda atrás.

La promesa mesiánica de “la tierra prometida”, hecha por el entonces candidato Chaves en Patarrá, choca con la cruda realidad de gobernar no al país más “feliz del mundo”, sino al país “más ingobernable” de cuantos se conocen.

De eso debe estar empapándose el presidente electo cuyo mayor desafío no será reactivar la economía, contener el disparo de la inflación, multiplicar las fuentes de empleo, frenar la brutal alza en los precios de los combustibles, contrarrestar la alarmante inseguridad y criminalidad o enfrentar las estructuras de corrupción que hacen metástasis en la gestión pública, para no hacerle muy larga la lista de entrada.

Su mayor desafío será atender tan acuciante agenda con un riguroso apego y respeto al orden institucional.

Esa historia está por escribirse.

  • Edición actualizada 15 de abril, 2022.