Edgar Fonseca, editor/Foto Asamblea Legislativa
La expresidenta Laura Chinchilla dio un paso al costado tras el tercer fracaso consecutivo electoral del PLN en los recientes comicios nacionales con el expresidente José María Figueres.
Demandó a los liderazgos tradicionales del partido dar espacio a las nuevas generaciones
Así lo enfatizó la noche del miércoles durante la develación del retrato del diputado Carlos Ricardo Benavides, quien presidió la Asamblea Legislativa en el periodo 2019-2020
Aún ardiendo las brasas de la derrota de Figueres ante un recién llegado a la vida política nacional, Rodrigo Chaves, electo presidente, Chinchilla llamó a abrir oportunidad a nuevos líderes en el PLN que se quedó en el camino en las recientes elecciones al igual que en 2014 y 2018.
“A quienes ya hemos estado en estas lides por muchos años, les digo, con profundo respeto y total convicción: debemos tener la sabiduría y el coraje para hacernos a un lado en el momento oportuno y permitir que florezcan esos nuevos liderazgos”, destacó la exgobernante 2010-2014.
“Cegarnos ante la realidad y seguir insistiendo en lo imposible, solo hará que los costarricenses continúen negándole al partido que más aportes le ha dado al país, la oportunidad de volver a contribuir en su desarrollo”, aseveró.
“Desde sus dirigentes distritales hasta sus candidatos presidenciales, el partido necesita de menos liderazgos redentores y de más liderazgos inspiradores, especialmente de los y las costarricenses más jóvenes”, remarcó.
En estado de negación
Chinchilla admite que en PLN prevalece un “estado de negación” tras el tercer fracaso consecutivo electoral.
“Comprendo que la cercanía de los hechos que nos llevaron a la tercera derrota electoral consecutiva dificulte tener una perspectiva clara y hacer un análisis desapasionado de lo ocurrido, pero debemos salir cuanto antes de ese estado de letargo, o lo que es peor, de ese estado de negación, que hace ver la pérdida como victoria y las debilidades como fortalezas”, amplió.
Insistió que el PLN debe promover una decidida y profunda renovación de cuadros y liderazgos incentivados por la formación y capacitación en todas las estructuras del partido”
“Me resisto a aceptar el proceso de desinstitucionalización de nuestro sistema de partidos políticos, a que los mismos se conviertan en simples franquicias cuya marca se alquila en época electoral y que nos condenan cada vez más al transfuguismo parlamentario y a una gobernanza disminuida”, lamentó.
“Si queremos volver a convertirnos en un efectivo articulador entre las expectativas ciudadanas y el poder público, debemos reconocer nuestros errores, aprender de ellos y rectificar el rumbo, sin ignorar nuestras fortalezas”, puntualizó.
“La vigencia de nuestro partido político como espacio para la articulación de una visión nacional integradora que trascienda los localismos, exigirá redimensionar el peso de lo territorial en las estructuras y procesos partidarios; aquí reside el desafío de preservar el carácter nacional de nuestro partido y su vocación de gobernar para las mayorías”, concluyó.