Edgar Fonseca, editor/Foto Seguridad CR
Las acciones de mineros ilegales en Crucitas de Cutris, San Carlos, persisten pese a continuos operativos policiales.
El más reciente, denominado Lapa 5, fue ejecutado por diversos cuerpos policiales, entre ellos, Policía de Fronteras, Fuerza Pública, Policía Profesional de Migración y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Según Seguridad Pública, labores de inteligencia en el sitio, permitieron ubicar tres inmuebles en esa zona donde aparentemente algunas personas hospedan a sujetos que en apariencia se dedican a extraer oro de las minas.
Los oficiales, en conjunto con personeros de la municipalidad de San Carlos y del Ministerio de Salud, visitaron las casas para verificar.
15 nicaragüenses sorprendidos
En el sitio ubicaron a 15 nicaragüenses que estaban dentro de varios aposentos de los tres inmuebles en una condición migratoria irregular, entre ellas, una menor de edad. Todos quedaron a la orden de Migración.
Además, el OIJ investigó a otras personas en el sitio y determinaron que, al menos cinco de ellas, poseen expediente por ejercer la minería ilegal.
Cierran cuarterías
Salud realizó un informe con presuntas irregularidades en las condiciones sanitarias de estos lugares.
Personal de la municipalidad de San Carlos clausuró las cuarterías debido a que no tienen patentes ni permisos para la operar como hospedajes.
En el sector conocido como “El Pantano”, la Policía detuvo a dos hombres como presuntos responsables de extraer oro, por lo que fueron presentados a la Fiscalía por el delito de minería ilegal.
Las autoridades decomisaron varias herramientas que generalmente se utilizan para desarrollar la ilícita actividad.
El ministro de Seguridad Pública, Michael Soto, expresó que seguirán interviniendo para tratar de evitar que esta actividad crezca.
“Esta zona es muy complicada, muy agreste, pero lo resultados han sido muy positivos”, enfatizó Rojas a menos de un mes de dejar sus funciones como titular de Seguridad.
Las autoridades anunciaron que los trabajos en Crucitas continuarán por parte de la Policía de Fronteras, para mantener control sobre los coligalleros y, prevenir otros delitos que se puedan presentar en la zona con un severo un daño en el ecosistema del lugar.