Editorial diario El Comercio, Lima
Difícilmente la jornada que vivimos los peruanos ayer podrá olvidarse. Y decimos “los peruanos” porque, si bien el absurdo, injustificado e inconstitucional toque de queda que el Gobierno dictó a poco de la medianoche del lunes apenas dos horas antes de su entrada en vigor rigió solo en Lima y el Callao, el mensaje para el resto del país ha sido tan claro como alarmante: estamos todos bajo el mando de un presidente que puede dictar el enclaustramiento de toda una ciudad, y luego levantarlo, como si se estuviese cambiando de camisa… el principal responsable de la deriva en la que se encuentra el país es Pedro Castillo. A estas alturas, su incompetencia luce ya incorregible; su presidencia, insostenible, y su renuncia, la mejor salida a la situación de desgobierno en la que nos encontramos.
Especial: diario El Comercio, Lima