Edgar Fonseca, editor
Keyla Sánchez, presentadora del programa Qué Buena Tarde de canal 7, negó este lunes que mediase alcohol o drogas en el aparatoso choque que sufrió en su vehículo la madrugada del 31 de marzo contra una barrera en la estación de peaje de la ruta 27, Escazú.
Sánchez, de 30 años, es investigada por la Fiscalía de Pavas por supuesta conducción temeraria.
Sufrió el percance luego de haber departido con amigos tras el encuentro de eliminatoria Costa Rica-EE.UU. la noche del miércoles 30 en el Estadio Nacional, La Sabana
Ni alcohol, ni drogas
“Si querían escuchar los motivos del accidente no ha sido por alcohol y menos por drogas”, dijo en un post en vivo en Instagram seguido por unas 34 mil personas.
“Tampoco fue por todas esas razones que la gente puso”, remarcó.
“Solamente mi persona y el núcleo súper cercano sabe qué fue lo que pasó y las únicas personas que deben saberlo”, aseveró pero no aclaró cuáles fueron las razones del accidente.
“Yo tabaco o alguna droga nunca”, enfatizó.
“Siempre he creído que, si algo pasa, es porque Dios tiene un propósito en esa situación, sea buena o sea mala. Fue un accidente que no es como la gente lo pinta. No fue por los motivos que todo el mundo se ha dejado decir”, añadió.
“No fueron esos los motivos”, insistió.
“Por eso a uno le da impotencia, rabia, desesperación, porque mucha gente habla, dice, escribe y publica y uno que sabe la verdad, es como que le tapen la boca”, agregó.
“No crean todo lo que suben, todo lo que dicen. Hay gente que se aprovecha de todas las situaciones, sean buenas o sean malas”, amplió Sánchez quien sufrió, entre otras lesiones, fractura de fémur, lo cual la incapacitó por al menos mes y medio.
“Se han dejado decir, se han dejado escribir, de absolutamente todo. No es la primera vez que me pasa. Siempre me han juzgado, criticado, señalado y estoy acostumbrada a ese tipo de morbo”, aseveró.
“Fue un accidente que me dio una segunda vida, una segunda oportunidad de ver las cosas diferentes, de ver a mi hijo y a mi familia diferente, mi trabajo”, destacó.
“Las secuelas que a mí me quedaron físicamente no es nada”, dijo.
Hubiera reconocido su error y dar un consejo positivo sería mejor que negar lo que se miró en el video de la fiesta. La lógica no engaña!