Quien ejerce la Presidencia debe medir la magnitud de sus acciones frente al Poder Judicial, advierte Laura Chinchilla

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Edgar Fonseca, editor/Foto PuroPeriodismo

Quien ejerce la Presidencia de la República debe medir la magnitud de sus acciones frente al Poder Judicial, destacó ayer la expresidenta Laura Chinchilla Miranda (2010-2014).

Quien ostente dicho cargo, aseveró, debe evitar mezclar casos personales, de familiares o sus colaboradores en su relación con otros poderes, en particular el Judicial.

Así lo sostuvo en una amplia entrevista con este editor, vía Zoom Facebook Live, sobre el momento político del país.

“Cuando estamos sobre todo en presencia de órganos como los órganos jurisdiccionales que tienen un papel tan delicado en democracia, que es básicamente el control jurisdiccional de las acciones de la administración y del Presidente y el gobierno que él representa pues entonces el Presidente tiene, ojalá, que poder medir la magnitud de sus  intervenciones, de sus acciones, de su presencia, de sus gestos”, enfatizó.

La respuesta la dio al ser consultada sobre las críticas que emergieron en los últimos días por la visita del presidente Rodrigo Chaves a la Corte Suprema de Justicia, el lunes 20 de junio, en donde hizo reclamos por causas en su contra. El gobernante también visitó la Fiscalía General el jueves 16 de junio y calificó las denuncias como “absurdas, frívolas, sin fundamento”.

El peso de la investidura

La expresidenta Chinchilla afirmó: “Esto es algo que pareciera que no es necesario decirlo pero frente a cosas que de pronto no fue no solamente aquí, sino en otros países, pareciera que a veces hay quienes pierden de vista y puede ser algo bastante humano también, el peso relativo que tienen ciertos cargos”.

“En mi caso –dijo– yo había vivido mucho el fenómeno político. Yo entré a la Presidencia habiendo sido previamente presidenta y habiendo ocupado otros cargos públicos de manera que tenía una clara conciencia de lo que pesa la investidura presidencial, particularmente frente a ciertas situaciones, a ciertos funcionarios y la palabra del Presidente, sus criterios, su propia presencia a veces resuena con una fuerza inimaginable para uno mismo”.

“Entonces –añadió– cuando estamos sobre todo en presencia de órganos como los órganos jurisdiccionales que tienen un papel tan delicado en democracia, que es básicamente el control jurisdiccional de las acciones de la administración y del Presidente y el gobierno que él representa pues entonces el Presidente tiene ojalá que poder medir la magnitud de sus  intervenciones, de sus acciones, de su presencia, de sus gestos y vea que no lo digo necesariamente ni por algunas de las reflexiones, que no es la primera vez que se hacen.

“Hay un evento  que siempre  año con año nos lleva a los presidentes al Poder Judicial que es la apertura del año judicial y en más de una ocasión y yo misma lo hice y escuché a presidentes llegar a hacer observaciones al funcionamiento de la administración de justicia desde una perspectiva de Estado, por ejemplo cuando estábamos en medio de crisis fiscales y la necesidad de que fuésemos responsables y que incorporáramos más los criterios de eficiencia, etcétera.

No mezclar lo personal

“Es decir –amplió– muchas veces se han planteado esas conversaciones, pero hay que buscar el cómo se hacen, en qué contexto y no mezclar con otras preocupaciones, quizás eso es lo más importante, sobre todo si está en juego casos que lo involucran a uno, que involucra familiares, que involucra colaboradores, que involucra a miembros de gabinete, no es conveniente mezclar los elementos”.

“Y finalmente también señalar que quizás la sensibilidad no es tanto con los mismos magistrados, que de por sí tienen una investidura también muy importante y que pueden responder a cualquier presidente que llegue a hablar, o le puede responder si el presidente está en otra tribuna”, sostuvo.

La independencia interna del Poder Judicial

“Aquí –dijo– la preocupación fundamental es con los miembros de la judicatura de otros niveles, porque recordemos que no solamente cuenta la independencia externa del Poder Judicial, es decir la independencia del Poder Judicial frente a los otros poderes sino también la independencia interna.

“Es decir –ahondó– son los jueces de primera instancia los que están tomando decisiones, en principio, más controversiales, luego vienen los casos de apelación, bueno, esa independencia interna, cómo esos jueces, cómo esos fiscales, que están muy por debajo, digamos, del escalafón que ocupa un presidente, ¿cómo pueden leer algunas de las manifestaciones?. Es algo que siempre debemos tener muy presentes quienes ocupamos esos puestos”. 

Diálogo es clave

El diálogo, la conversación y la negociación son valores clave a la hora de gobernar, aseveró la exmandataria.

Evitó opinar sobre el rumbo inicial del gobierno del presidente Chaves, al cual espera darle unos primeros tres meses de observación para tener una percepción más amplia de la gestión.

Pero consultada de su experiencia gubernamental, ratificó el diálogo entre valores como fundamentales al momento del ejercicio de la Presidencia.

También, dijo, es esencial la visión de largo plazo en las decisiones.

Lamentó que muchas veces los mandatarios se desgastan en apagar incendios cada día y marginan la decisión de mayor impacto a largo plazo para las sociedades.

De su experiencia como presidenta en los tiempos de turbulencia, en los tiempos de desafío,  ¿en dónde puede estar la clave?  Los momentos son totalmente diferentes, las circunstancias son totalmente diferentes, pero hay valores, hay claves, hay principios en donde la respuesta del gobernante en la soledad del poder que son esenciales. ¿Cuáles serían respuestas efectivas?

-Cada gobierno tiene sus propios desafíos. Cada gobierno tiene las propias piedras que le aprietan en el zapato, ¿verdad?. Yo recuerdo que aún cuando la mía fue sacar a la economía de la crisis financiera internacional, la gente percibía que lo fundamental era la seguridad, teníamos también una crisis de seguridad, a mi modo de ver la gran crisis que subyacía todo esto era la crisis de la estabilidad de las finanzas públicas y eso a veces es complicado porque entonces no conecta uno con las demandas de la gente. Ese es un gran problema, tratamos de conectar a través de los temas de seguridad que los dejamos verdaderamente mucho mejor que los que los recibimos. La economía creció a una tasa verdaderamente pues importante, casi la tasa histórica de crecimiento de Costa Rica, cuatro por ciento en promedio, pero en los temas fiscales no logramos conectar con la gente porque la gente no necesariamente estaba sintiendo los efectos que un problema fiscal podía tener sobre sus propias economías y  son políticas odiosas que la gente repelió y que rechazó y, de manera oportunista, algunos diputados utilizaron eso para frenar el plan fiscal.

Yo creo que a este gobierno en su beneficio opera el hecho de que ya por lo menos esas políticas más odiosas, todo lo que tiene que ver con el avanzar una reforma tributaria como me tocó a mí, como le tocó a don Carlos particularmente hacerlo, me parece que eso ya no le va a corresponder, porque acaban de pasar esas reformas y entonces tiene un espacio en la cancha mucho más limpia para poder resolver y cuáles van a ser esas prioridades.

Creo que el Presidente ha apuntado bien inicialmente enseñar algunas de ellas, particularmente el tema del costo de vida, pero claro que es un gran desafío, aún cuando algunas de estas decisiones no pasan por la Asamblea Legislativa, sino que son resorte del Ejecutivo. Tienen que observar una serie de procedimientos que establece nuestra legislación, nuestra constitución y tendrá que enfrentar digamos ese tipo de desafíos

Pero más allá digamos de los desafíos del momento, yo creo que hay dos cosas que son claves en el ejercicio de la presidencia. Por un lado el tener el suficiente talante para comprender que la política es permanente conversación, diálogo y negociación y muy especialmente en un país como Costa Rica y que si eso no se tiene pues la cuesta se puede poner bastante más arriba y el segundo elemento es que si bien hay problemas de cortísimo plazo que hay que responder,  entender que, en realidad, lo más importante es sembrar para el futuro. Muchas veces hay gobernantes que terminan perdiéndose en el día con día apagando incendios con una política fundamentalmente reactiva y eso hace que entonces no puedan dejar legados importantes y relevantes hacia futuro. Creo que  esas son como dos cosas que hay que tener muy presentes.

La crisis del PLN

En la entrevista ratificó:

-el PLN debe ir a una autocrítica profunda sobre su reciente fracaso electoral, de lo contrario, quedaría condenado a ser el partido de los diputados y los alcaldes

-insistió en su demanda de separación del exdiputado Gustavo Viales de la Secretaría General del partido, cuestionado hace un año por una polémica visita suya al condominio de un individuo detenido y acusado por autoridades judiciales de ser un supuesto capo narco de la zona sur.