142 monos congo sufrieron accidentes de electrocución en Tamarindo en 2021

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Edgar Fonseca, editor/Foto The Clear Wave Facebook

Un total de 142 monos congos sufrieron accidentes por electrocución en la zona de playa Tamarindo, Santa Cruz, Guanacaste, en 2021, revela un estudio de la Fundación Salvemonos, dedicada a la protección de dicha especie.

Los accidentes se dieron especialmente cuando esos animales se trasladaban de un lugar a otro mediante el tendido eléctrico.

La investigación se realizó junto con The Clean Wave.

Los 142 animales accidentados representaron un 34% de la población de monos congos –también conocidos como monos aulladores, precisó el informe.

Víctimas del crecimiento urbano

El rápido desarrollo económico y la urbanización, especialmente en aras del turismo, están invadiendo los ecosistemas nativos y el hábitat de la vida silvestre, en particular el de los monos aulladores, destaca el sitio The Clear Wave que impulsa la campaña de atención a esta especie.

Aunque muchos aspectos de este desarrollo presentan amenazas para las especies nativas y en peligro de extinción, la rápida construcción y construcción ha llevado a líneas eléctricas baratas y sin aislamiento que comúnmente electrocutan a las especies que habitan en los árboles que usan las líneas para cruzar caminos.

A medida que se dibujan caminos en todo el país para conectar el paisaje humano, el paisaje boscoso se fragmenta cada vez más y las especies que viven en los árboles dependen de las líneas eléctricas para cruzar caminos de manera segura de un bosque a otro en busca de alimento.

Miles de electrocuciones ocurren a nivel nacional cada año, matando o hiriendo gravemente a los animales y haciéndolos necesitados de rescate y rehabilitación. Además, estas electrocuciones a menudo conducen a monos bebés huérfanos.

También afectan a los humanos al causar cortes de energía y fallas en el sistema eléctrico que necesitan reparación.

Debido a que los monos aulladores requieren un bosque continuo para prosperar como especie, dependen de las líneas eléctricas para conectar el hábitat que ha sido fragmentado por las carreteras.

Los números han disminuido significativamente en los últimos años, y la baja diversidad genética los pone en riesgo de defectos genéticos y baja tolerancia a las enfermedades, lo que daña aún más a la especie.

Las electrocuciones se han considerado una de las amenazas más importantes para la supervivencia de la especie.

Especial PuroPeriodismo: The Clear Wave

Con información de Servicios Periodísticos Empresariales