El encierro no es suficiente. La Policía Nacional, por un lado, y los voceros oficiosos, por el otro, ejecutan la orden del “vamos con todo” en contra de monseñor Rolando José Álvarez, quien desde la mañana del jueves pasado está sitiado por decenas de policías y antimotines en la Curia Episcopal de Matagalpa. El prelado permanece encerrado junto a cinco religiosos y seis laicos. “Estamos en las manos de Dios”, dijo el líder católico, el mediodía de este viernes 5 de agosto, informa el sitio Confidencial de Managua.
En una nota de prensa, la Policía Nacional informó la tarde del viernes que el obispo está bajo arresto domiciliario y es investigado por supuestamente “organizar grupos violentos” y “ejecutar actos de odio”. “Las personas investigadas se mantendrán en sus casas”, afirmó la institución policial, añade dicho medio.
Según la Policía, las altas autoridades de la Iglesia católica y la Diócesis de Matagalpa, —encabezada por el obispo Rolando José Álvarez Lagos—, “quienes prevaliéndose de su condición de líderes religiosos, utilizando medios de comunicación y redes sociales, están intentando organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad, con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”.
La Policía “ha iniciado un proceso de investigación, con la finalidad de determinar la responsabilidad penal de las personas involucradas en la comisión de estos actos delictivos, de los cuales se ha informado al Ministerio Público y al Poder Judicial”.
Especial PuroPeriodismo/Confidencial, Managua