Edgar Fonseca, editor/Foto You Tube Asamblea Legislativa
La contralora general de la República, Marta Acosta Zúñiga, sembró ayer de dudas las negociaciones para la eventual venta del BCR que presiona el presidente Rodrigo Chaves con el objetivo de bajar la deuda pública.
“No hay certeza desde el punto de vista de la Contraloría de cual sería el impacto de este proyecto sobre la deuda, porque no hay información más completa”, afirmó Acosta ante diputados de la comisión de Asuntos Económicos que analiza esta iniciativa a la que ven con recelo legisladores de distintas fracciones.
Chaves propone la venta del Banco de Costa Rica al cual ha cuestionado en los últimos meses por transparencia y eficiencia.
También pretende la venta del banco BICSA, propiedad del BCR y del Banco Nacional y de 49% de las acciones del Instituto Nacional de Seguros (INS).
Según el plan de gobierno, estas ventas de activos estatales contribuirán a disminuir en 3% del PIB el tamaño de la deuda.
Se requiere de más medidas
“Estimamos que el tema de la deuda nuestra es tan profundo y estructural que se requieren diversas medidas aparejadas, si el país decide que vende un activo no va a ser suficiente, va a tener que tomar otras medidas de manera que se pueda ir dando sostenibilidad a la deuda y no tenemos en la justificación de motivos información suficiente”, advirtió Acosta.
Cuestionó la competencia del Poder Ejecutivo para celebrar los actos administrativos necesarios para facilitar, gestionar, consumar y finiquitar la venta.
“Tenemos la duda, pero no podría calificarlo”, aclaró.
Destacó también que el valor del conglomerado corresponde planteado por el gobierno a una estimación preliminar que no constituye un análisis costo beneficio sobre la conveniencia de la propuesta y su rentabilidad social ni un análisis que permita aproximar el precio de venta.