Gobierno decreta 4 días de duelo nacional por la muerte del papa emérito Benedicto XVI

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  • El papa Francisco informó el miércoles pasado que había empeorado su salud y pidió para él una oración porque estaba “muy enfermo”.
  • Joseph Ratzinger, el primer Papa alemán en cinco siglos, tenía 95 años.

PuroPeriodismo/Foto L’Osservatore Romano

El gobierno de Costa Rica decretó 4 días de duelo nacional por la muerte del papa emérito Benedicto XVI.

Este periodo obedece a un duelo de cortesía, por quien fuera la máxima autoridad de la religión del Estado Costarricense, según el artículo 75 de la Constitución Política, destacó Casa Presidencial.

Por lo tanto, se ordenó izar la bandera a media asta, a partir del 31 de diciembre.

Presidencia de la República lamenta profundamente su fallecimiento, ocurrido este sábado en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, citó un comunicado oficial.

  • La Conferencia Episcopal de Costa Rica anunció que celebrará una misa el 5 de enero día del funeral del pontífice fallecido.

“Es la mejor plegaria, como lo dijera el mismo Benedicto XVI. Por eso es comprensible y plenamente justificado que, unidos a todos los fieles de nuestras parroquias, los sacerdotes queramos ofrecer la Eucaristía por el descanso eterno del papa emérito”, anunció la iglesia local.

El anuncio de su muerte

El Vaticano anunció este sábado 31 de diciembre el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, de 95 años, un teólogo alemán que sorprendió al mundo renunciando a su pontificado en 2013, informa DW de Alemania.

“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, indicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la santa sede, Matteo Bruni, según dicho sitio.

“El cuerpo del Papa Emérito estará en la Basílica de San Pedro del Vaticano para la despedida de los fieles”, reza otro comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede.

Poco antes de las 11:00, las campanas de la basílica repicaron por la muerte del papa emérito, mientras cientos de personas se acercaban a la plaza para recordar la figura de Joseph Ratzinger, un refinado teólogo ultraconservador, que escogió el nombre de Benedicto XVI tras ser nombrado al frente de la Iglesia Católica en 2005.

“Una vela que se apaga lenta y serenamente”

Su salud se había deteriorado en los últimos días. El miércoles, durante la audiencia general, Francisco pidió orar por la salud de su predecesor, quien estaba “muy enfermo” y a quien fue a visitar en su habitación.

Sin embargo, El Vaticano indicó el viernes que se hallaba en condición “estable” y que había participado el jueves en la misa celebrada en su habitación del monasterio vaticano.

El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años, hasta esta semana, que este era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”, cita DW.

El funeral del papa número 265 de la historia deberá ser celebrado por su sucesor, Francisco, un evento sin precedentes en los dos mil años de historia de la Iglesia. Se espera la asistencia de decenas de miles de personas, entre ellas jefes de Estado y líderes de otras religiones.

“Pronto me enfrentaré al juez definitivo de mi vida”

Ratzinger, primer papa alemán de la era moderna, sustituyó en 2005 al carismático Juan Pablo II, de quien había sido su mano derecha durante un cuarto de siglo como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio de la Inquisición. Su pontificado de ocho años estuvo marcado por los escándalos en el seno de la Iglesia. Tras renunciar, Benedicto XVI prometió mantener un retiro absoluto, sin hacer sombra a su sucesor, el papa Francisco.

Le acompañó la familia pontificia

A las 9:34 del sábado 31 de diciembre de 2022 falleció el Papa emérito Benedicto XVI, a la edad de 95 años, tras cuatro días de convalecencia, confirmó el sitio oficial del Vaticano, Zenit.

Benedicto XVI recibió la unción de los enfermos el miércoles 28 por la tarde, al finalizar la misa que presenció en el Monasterio Mater Ecclesia. Le acompañaba la familia pontificia, agrega dicho sitio.

La Sala de Prensa de la Santa Sede confirma que los funerales por el Papa emérito serán el jueves 5 de enero a las 9:30 de la mañana, en la plaza de San Pedro. La misa estará presidida por el Papa Francisco

El cuerpo de Benedicto XVI estará expuesto en la basílica vaticana a partir del lunes 2 de enero. «De acuerdo con el deseo del Papa Emérito, el funeral se llevará a cabo en nombre de la simplicidad», ha dicho el portavoz de la Sala de Prensa de la Santa Sede, en una rueda de prensa al medio día del 31 de diciembre.


De una familia de agricultores

El Cardenal Joseph Ratzinger, Papa Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn, Diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927 (Sábado santo), y fue bautizado ese mismo día. Su padre, comisario de la gendarmería, provenía de una antigua familia de agricultores de la Baja Baviera, de condiciones económicas más bien modestas. Su madre era hija de artesanos de Rimsting, en el lago Chiem, y antes de casarse trabajó de cocinera en varios hoteles, reseña el sito Zenit.

Pasó su infancia y su adolescencia en Traunstein, una pequeña localidad cerca de la frontera con Austria, a treinta kilómetros de Salzburgo. En ese marco, que él mismo ha definido «mozartiano», recibió su formación cristiana, humana y cultural.

El período de su juventud no fue fácil. La fe y la educación de su familia lo preparó para afrontar la dura experiencia de esos tiempos, en los que el régimen nazi mantenía un clima de fuerte hostilidad contra la Iglesia católica. El joven Joseph vio cómo los nazis golpeaban al párroco antes de la celebración de la santa misa.

Precisamente en esa compleja situación, descubrió la belleza y la verdad de la fe en Cristo; para ello fue fundamental la actitud de su familia, que siempre dio un claro testimonio de bondad y esperanza, arraigada en la pertenencia consciente a la Iglesia, según Zenit.

En los últimos meses de la segunda guerra mundial fue enrolado en los servicios auxiliares antiaéreos.

De 1946 a 1951 estudió filosofía y teología en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising y en la universidad de Munich.


Su testamento espiritual

A todos aquellos a los que he agraviado de alguna manera, les pido perdón de todo corazón.

Lo que antes dije a mis compatriotas, lo digo ahora a todos los que en la Iglesia han sido confiados a mi servicio: ¡Manténganse firmes en la fe! ¡No se dejen confundir!

A menudo parece como si la ciencia -las ciencias naturales, por un lado, y la investigación histórica (especialmente la exégesis de la Sagrada Escritura), por otro- fuera capaz de ofrecer resultados irrefutables en desacuerdo con la fe católica.

He vivido las transformaciones de las ciencias naturales desde hace mucho tiempo, y he visto cómo, por el contrario, las aparentes certezas contra la fe se han desvanecido, demostrando no ser ciencia, sino interpretaciones filosóficas que sólo parecen ser competencia de la ciencia.

Desde hace sesenta años acompaño el camino de la teología, especialmente de las ciencias bíblicas, y con la sucesión de las diferentes generaciones, he visto derrumbarse tesis que parecían inamovibles y resultar meras hipótesis: la generación liberal (Harnack, Jülicher, etc.), la generación existencialista (Bultmann, etc.), la generación marxista.

He visto y veo cómo de la confusión de hipótesis ha surgido y vuelve a surgir lo razonable de la fe. Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo.

Por último, pido humildemente: recen por mí, para que el Señor, a pesar de todos mis pecados y defectos, me reciba en la morada eterna.

A todos los que me han sido confiados, van mis oraciones de todo corazón, día a día.

Especial PuroPeriodismo/Vatican News