Editorial La Prensa, Managua-Este jueves 26 de enero fueron condenados judicialmente los seis sacerdotes católicos y un laico, encarcelados desde agosto del año pasado y acusados junto a monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí. El fiscal del régimen que los acusó en el juicio pidió contra ellos una condena de diez años de prisión.
La condena a los religiosos católicos no fue una sorpresa. La verdad es que se esperaba, aunque mucha gente estaba en oración para que eso no ocurriera, porque hasta ahora ninguno de los presos políticos y de conciencia que han sido llevados ante los jueces fue absuelto o declarado inocente. Es evidente que la decisión del régimen es que todo preso político y religioso puesto ante sus jueces, tiene que ser condenado.
Informan los medios de comunicación independientes que la condena a los religiosos se produjo al cabo de 4 días de audiencias judiciales que se prolongaban hasta doce horas diarias. Y destacan que antes de ser sentenciados se les permitió tomar la palabra, oportunidad que aprovecharon para declarar su inocencia y reafirmar su fe religiosa, citando pasajes bíblicos relacionados con las tribulaciones que padece la Iglesia católica.
Editorial La Prensa, Managua