Edgar Fonseca, editor/Foto Zoom PuroPeriodismo

El excanciller, Manuel A. González S., advirtió ayer que Costa Rica no debe normalizar relaciones con el régimen dictatorial de Daniel Ortega a pesar de la liberación de 222 presos políticos, hace una semana, tras una negociación secreta con EE.UU.

“No, la respuesta clara y sencilla es: no”, sentenció González quien fungió como canciller durante la administración Solís Rivera (2014-2018) y enfrentó al régimen de Ortega en la Corte Internacional de Justicia de La Haya por cinco disputas terr¡toriales resueltas a favor de Costa Rica.

González concedió ayer a este editor una entrevista Zoom Facebook Live en la que demandó de la administración Chaves un ejercicio diplomático de “contundencia” frente a la dictadura Ortega-Murillo. Especial entrevista/You Tube/PuroPeriodismo

“Creo que hay que tener contundencia y claridad y no se dan las condiciones de normalizar relaciones”, remarcó.

“No debe normalizarse. No debe enviarse embajadores”, destacó al tiempo que calificó de “guiño superficial” la liberación de los 222 presos políticos, mientras la dictadura se consolida.

No debe normalizar

¿Debe la administración del presidente Rodrigo Chávez normalizar relaciones, intercambiar
embajadores con el régimen de Managua en estas circunstancias?

-No, la respuesta clara y sencilla es: no. Este guiño que dio de liberar a estos presos políticos en realidad es apenas algo superficial y coyuntural. Lo estructural, lo realmente importante que es la dictadura que se ha instaurado, que es la inexistencia del respeto a todo lo que no vaya con la manera de pensar de los líderes, está ahí y está consolidándose cada vez más con el paso del tiempo. Es un árbol que cada vez va echando raíces y raíces y cada vez es más difícil; puede cortarle unas ramas, pero las raíces ahí están, son las raíces de la dictadura.

Entonces, yo creo que no debe normalizarse. No debe enviarse embajadores. Debe mantenerse la relación tal como está a nivel consular, simplemente porque no podemos negar que hay 500 mil nicaragüenses viviendo acá, que van y vienen y hay que dar servicios y eso existe y eso puede continuar.

Ante la ambivalencia…


“…por qué esa ambivalencia o equidistancia en momentos que uno esperaría del Poder Ejecutivo,
de la Cancillería, posiciones firmes, …¿qué piensa usted?


-Yo siempre he creído, en lo que siempre he llamado “la diplomacia directa”, y es decir las cosas como son, directamente.


La diplomacia no creo yo que sea, como decimos popularmente, de “andar de palanganas”, andar ahí en ambivalencias, abrazándose con la gente, diciéndole a unos una cosa y otros otra para quedar bien. No.

Costa Rica tiene que fundar siempre su diplomacia, sobre la base de la claridad, el respeto a los demás, pero hacerse respetar también, y en este caso, de Nicaragua específicamente.

Creo que hay que tener contundencia y claridad y no se dan las condiciones de normalizar relaciones, si entendemos normalizar como una actividad fluida con embajadores, con reuniones bilaterales frecuentes, o sea una fluidez en la relación de los dos países, que no existe en este momento, si lo entendemos de esa manera.

Una relación viciada, nula


Sería darle fluidez a una relación con una dictadura…


-Por supuesto y aquí, no es ser el entrenador del lunes, pero cuando se anunció en la administración anterior, de don Carlos Alvarado, yo dije que era un error haber designado un embajador de Costa Rica.

Era una gran diplomática la que estaba designada, y se pidió el beneplácito dichosamente aenviarse, no llegó a tomar posesión de su cargo en Nicaragua, pero eso era un gravísimo error, era levantarle el nivel a una relación, que es inevitable, pero una relación que está viciada, que es nula.


Costa Rica no reconoció en su momento las última elecciones de Ortega, entonces como puede venir semejante contradicción de haber tomado esa decisión, una decisión de Estado, porque la política exterior de Costa Rica debe ser de Estado, no debe estar al vaivén o donde sopla el viento, según la administración que esté.

Nosotros tenemos muy claro, desde hace muchos años, que nuestra posición en derechos humanos, en desarme, en protección del ambiente, en muchos áreas que son nuestros pilares en la política exterior y aunque algunos están plasmados como principios a nivel constitucional, otros no lo están, entonces dependiendo del gobierno esté de turno, podría cambiarlos, pero eso no debe ocurrir, porque nuestro prestigio, nuestra credibilidad en el mundo se basa en la consistencia y en la coherencia de nuestras posiciones.

Especial PuroPeriodismo.com/YouTube , entrevista al excanciller Manuel S. González Sanz.