Edgar Fonseca, editor/Foto TV You Tube Asamblea Legislativa
La contralora general de la República, Licda Marta Acosta Zúñiga, alerta que el país está en “una situación vulnerable” frente al plan que impulsa Casa Presidencial para aflojar la aplicación de la regla fiscal a distintas instituciones.
“Todavía estamos en una situación vulnerable”, ratificó Acosta durante una amplia entrevista que concedió a este editor vía Zoom You Tube Live el lunes 24 de abril.
Lo expuso así para justificar la oposición del ente controlar a una mayor flexibilización de dicha regla que aplica tras la vigencia de la ley 9635 aprobada en 2018 luego de un convulso periodo político-social que afectó al país durante tres meses.
“Quedaría por fuera de la regla fiscal el 70% del gasto”, precisó.
“Lo que uno diría es que la regla fiscal, en vez de ser una regla pues se está convirtiendo ya en una excepción básicamente”, enfatizó.
Durante la entrevista, Acosta no descartó investigar contrataciones multimillonarias de publicidad y comunicaciones de varias instituciones estatales que fueron tramitadas apresuradamente antes del 1 de diciembre 2022 cuando entró a regir la nueva Ley General de Contratación Pública.
También aseveró que la ola de ataques cibernéticos que afectó a una serie de entidades públicas el año anterior, impacta la transparencia de los datos y cifras de estas dependencias para el control que ejerce la Contraloría.
Ya van 14 modificaciones
“Con esta regla fiscal, tal y como fue concebida, –sostuvo–, con el paso del tiempo se han emitido siete modificaciones al reglamento, catorce modificaciones para excluir instituciones y programas de gasto de la regla fiscal. Hay 22 proyectos de ley haciendo fila en la Asamblea, y la regla, desde nuestro punto de vista, ha venido perdiendo coherencia.
“Se ha venido haciendo más complejo su cumplimiento y también su verificación. Con este proyecto de ley 23.330 quedaría por fuera de la regla fiscal el 70% del gasto. Lo que uno diría es que la regla fiscal, en vez de ser una regla se está convirtiendo ya en una excepción, básicamente.
“Si lo analizamos, podemos ver que que hay números más positivos en materia de déficit. Tuvimos un superávit primario a finales del año pasado, tuvimos un nivel de endeudamiento, una razón deuda-producto interno bruto menor. Se generaron más ingresos. El gasto siguió creciendo, pero en menor proporción y mucho de esto también es contribución de la regla fiscal y de la ley 9635. Ha habido frutos.
“Sin embargo, al ver estos números positivos, pues no podríamos pensar en este momento en aflojarnos la faja. Y ¿por qué digo esto?, porque todavía estamos en una situación vulnerable.
“Si bien es cierto la deuda cerró en un 63% del PIB en el 2022, en comparación con el 68% del 2021, lo cierto, también, es que todavía estamos fuera de los límites naturales del nivel de endeudamiento que, según el Banco Central, es un 50% de nuestro Producto Interno Bruto.
“Todavía estamos en una situación vulnerable y lo que nosotros estimamos con este proyecto de ley, en su versión original, porque ya hay un texto sustitutivo, es que se estaban excluyendo más instituciones de la regla, las empresas del sector público no financiero, los entes públicos no estatales, algunos programas de gasto etcétera.
“La preocupación es: ¿qué va quedando de la regla? Y si a eso le sumamos la complejidad para verificar su cumplimiento que es una tarea que está a cargo de la Contraloría General… para el año 2022 hubo tres normas distintas para verificar el cumplimiento de la regla, porque estaba la original, luego un decreto ejecutivo para cambiar el modo método de verificación en junio y luego en septiembre hubo otra modificación al reglamento”.
–¿Cómo ve el panorama?
-Creo que la regla fiscal hoy es un picadillo.
El día de hoy en el 2021-2022 hemos vivido un crujir de dientes con el tema de las restricciones en el gasto y podemos ver para el presupuesto del año 2023 cada vez más afectado el gasto para el sector social.
¿Dígame si eso no es que tenemos el lobo en casa? Porque las conquistas sociales, como usted lo señala, son fundamentales en nuestro estado social y democrático de derecho, entonces ver afectados esos temas es importante reconocer que las medidas hay que tomarlas.
La regla fiscal vino a coadyuvar, ha generado frutos. Sin embargo, esos frutos o esos números son cambiantes. Hay una tendencia a aflojarnos la faja. Cuando yo digo hay números positivos, hay que tener una prudencia porque, por ejemplo, el porcentaje de deuda de razón PIB pasó de un 68 a un 63. Hay que recordar que eso está basado en factores que inciden en esa cifra, factores como el crecimiento de la economía o el tipo de cambio etcétera, pero hay que recordar y tener presente que la deuda sigue creciendo. En el 2022 creció en más de 950 mil millones de colones. No podemos lanzar las campanas al viento porque tenemos ya números positivos, más bien eso hay que conservarlo, hay que cuidarlo e ir siguiendo, seguir fortaleciendo para que retomemos esa senda de la sostenibilidad.
–¿Por qué afirma que se están tirando las campanas al viento y quién las está tirando en las presentes circunstancias?
-Cuando usted ve que, por ejemplo, se hacen proyectos de ley para seguir excluyendo instituciones de la regla fiscal. Cuando usted ve que hay cambios normativos importantes que afectan la forma de verificar el cumplimiento de la regla, uno puede pensar que ahí estamos aflojando. Ahí es donde uno dice que si la circunstancias cambiaron, si tuvimos la pandemia, si hoy ya tenemos esa regla tan distinta, ¿por qué no tomar entonces la decisión de hacer un rediseño de la regla que sea uniforme para todo el mundo? Que todos cumplamos con una regla que sea sencilla, que sea verificable, que sea cumplible y esto lo digo porque, en este proyecto de ley 23.330 se excluye en instituciones en su versión original y no hay condición para esas instituciones.
Hay instituciones que representan riesgos fiscales para el Gobierno de la República, riesgos. Por ejemplo, las municipalidades que las sacamos, eventualmente pueden representar riesgos fiscales, contingentes. Cuando una municipalidad no genere o una institución cualquiera, ¿quién llega a rescatar?, el Gobierno de la República.
Si hay instituciones que están siendo excluidas deberían de tener finanzas sanas. Debería haber condiciones para poderlas excluir y en el tanto usted cumpla con esas condiciones, perfecto, está fuera, pero si usted no cumple va para adentro a cumplir con la regla fiscal. Ese es el tema que nosotros veíamos con la versión original de este proyecto aparte, por supuesto, que la Contraloría nunca está de acuerdo con excluir porque para nosotros el tema de la uniformidad, de la consistencia y la generación de confianza y la disciplina fiscal de todos es importante, pero si se toma la decisión que, perfectamente lo pueden hacer, de excluir, entonces que existan condiciones para que tengan finanzas públicas sanas, las instituciones que están excluidas dentro de su preocupación.