El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, sentenciado a 26 años 4 meses de prisión en Nicaragua, es sometido a trato cruel e inhumano en la prisión donde lo mantienen retenido, reveló el sitio La Prensa de Managua que opera en el exilio.
Según dicho sitio, la periodista nicaragüense Tifani Roberts, radicada en Estados Unidos, les confirmó que una fuente confiable, “con indignación” le reveló que al obispo Álvarez, a quien la dictadura orteguista convirtió en uno de sus presos políticos, “lo tienen en una celda oscura y hace sus necesidades biológicas en un hoyo”.
Como parte del trato cruel, inhumano y degradante ordenado por el dictador Daniel Ortega, el jerarca católico “se limpia con sus manos” porque “no le permiten papel higiénico”, dijo la fuente a Roberts, según el sitio nicaragüense.
El defensor de derechos humanos Gonzalo Carrión, abogado del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, señaló que esos tratos han sido la característica de cómo la dictadura ha sometido a las personas presas políticas en el país, pero contra monseñor Álvarez ha sobrepasado los niveles de crueldad.
“Si con crueldad, con saña, han tratado en general a las personas presas políticas, el caso del obispo Álvarez está confirmado que el trato contra él es un castigo al máximo nivel”, señaló Carrión.
Carrión recordó que el 9 de febrero pasado, cuando monseñor Álvarez se negó a abordar el avión junto con el grupo de 222 presos políticos que fueron desterrados hacia Estados Unidos, fue el propio “tirano” (Daniel Ortega), quien acompañado de su esposa y cogobernante designada Rosario Murillo, “se refirió con nombre y apellido contra el obispo Álvarez con mucho odio”, añade La Prensa.
Especial PuroPeriodismo/La Prensa, Managua