A pesar de su abrupta salida, Suárez se va agradecido con Costa Rica

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Edgar Fonseca, editor

A pesar de su abrupta salida, tras dos años en el timón de la Sele, el técnico colombiano Luis Fernando Suárez se va agradecido con los jugadores y el país.

Despedido del mando de la Tricolor, el 21 de julio, tras una dividida votación, 6-5, Suárez dice que su ciclo con la Selección Costa Rica, a la que logró clasificar al Mundial Catar 2022, con gris desempeño, se convirtió en un “máster en conocimiento del hombre”.

“La mejor enseñanza fue amor y respeto por un país, cuando vi con emoción como cantaban su himno antes del partido contra Nueva Zelanda, después de ver ese canto mi corazón ya sabía que ganaríamos y clasificaríamos al mundial”, resaltó Suárez en una extensa carta de despedida publicada ayer en Twitter a las 4:40 p.m.

De Costa Rica se lleva, dice, la vivencia de “un hermoso país lleno de gente inteligente y bondadosa”.

“Gracias, gracias, gracias… nunca me cansaré de agradecer a mis jugadores de Costa Rica, mis verdaderos maestros”, remarca Suárez quien, con Costa Rica, sumó tres seleccionados a los que llevó a mundiales: Ecuador, Alemania 2006, y Honduras, Brasil 2014.

“Cuanta ingratitud con Luis Fernando Suárez. Le dicen “gracias por nada”, como si darle vuelta a la eliminaría mundial pasada fuese “nada”, como si ir al Mundial fue “nada”. Estuvieron por un momento en octavos, pero eso es “nada”, criticó el presentador ESPN, Fernando Palomo, tras el anuncio de la rescisión del contrato por parte de la Federación Costarricense de Fútbol.

Suárez fue despedido cuando apenas iniciaba un ciclo con miras al Mundial 2026.

Un ambiente tóxico entre dirigentes, críticos y aficionados, tras los magros resultados en Catar y Copa Oro, consumó su accidentada salida.

Comenzar de nuevo

(Adjunto texto del mensaje del técnico Luis Fernando Suárez)

“Tengo 63 y me ha tocado durante muchas etapas de mi vida comenzar de nuevo.

“Empecé esta nueva etapa de aprendizaje el 24 de junio de 2021, hoy 2 años más tarde termina ese máster en conocimiento del hombre.

“Tuve excelentes maestros:
Los que me enseñaron por medio del ejemplo que siempre es mejor el bien común que el individual.
Los que me dieron una clase magistral sobre cómo dejar de lado las diferencias conceptuales y solo trabajar por el objetivo.
Los que me dieron la clase “Valentía” en donde se enseña a tomar decisiones atrevidas.
La materia “Metas y Objetivos” me mostró qué no es solo cómo conseguir el objetivo, sino que debes darte cuenta de que “caminos debes soñar” para poderlos lograr.

“Estuve en un curso llamado “Contagio Emocional”, los mejores profesores fueron los de más experiencia, fue una clase dada sin ningún egoísmo. Los mejores alumnos éramos los más novatos y yo; solo queríamos aprender todo de “esos viejos maestros”.

“Al pensum se agregó una nueva clase; se llamó “Números Fríos”, la materia constaba de un solo problema aritmético que decía ¿cómo puedes lograr el objetivo teniendo en este momento solo el 10% de probabilidades de lograrlo y el 90% de perderlo en el intento.

“El problema se resolvió cuando el profesor de “La Filosofía en el Fútbol” nos enseñó cómo aprender a enfocarnos en una meta y no dejarnos desviar del ruido externo y luego adoptamos para nosotros una frase de origen del dialecto Bribri y la convertimos en nuestra filosofía de vida: #AÑITA MIKILONA que quiere decir “Juntos hasta el final”.

“Así le ganamos a los “Números Fríos” y nos dimos cuenta de que el fútbol es mucho más que números, es una forma de vivir.

“La mejor enseñanza fue amor y respeto por un país, cuando vi con emoción como cantaban su himno antes del partido contra Nueva Zelanda, después de ver ese canto mi corazón ya sabía que ganaríamos y clasificaríamos al mundial.

“Uff… ¿qué clase de maestros tuve?

“Hoy cuando termina una etapa en mi rodar por la vida, quiero agradecer a todos esos maestros que tuve en ese trasegar por un hermoso país lleno de gente inteligente y bondadosa.

“Gracias, gracias, gracias… nunca me cansaré de agradecer a mis jugadores de Costa Rica, mis verdaderos maestros, por darme la oportunidad de aprender muchas cosas nuevas y de crecer como ser humano”.