Edgar Fonseca, editor
Costa Rica fue el principal receptor de inversión extranjera directa en Centroamérica en 2022, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el lunes 10 de julio.
El país atrajo $3.673 millones en IED, una variación anual de 2,2%, según dicho reporte.
La región Centroamericana y Panamá captó: $9.813 millones en IED (-$1.331 millones, – 11,9%)
El comportamiento del resto de naciones del istmo fue:
-El Salvador: -$101 millones (-132,7%)
Guatemala: $1.352 millones (-60,9%
Honduras: $1.082 millones (35,2%)
Nicaragua: $1.294 (6%)
Panamá: $2.513 millones ( 42,7%)
Casi todos los países de América Latina y el Caribe recibieron más inversión extranjera directa en 2022. Lidera la lista Brasil (que recibió un 41% del total regional y que figura como quinto destino de la IED mundial), seguido de México (17%), Chile (9%), Colombia (8%), Argentina (7%) y Perú (5%), consigna el estudio.
En Guatemala estos flujos registraron una caída significativa debido a un valor extraordinario en 2021, pero volvieron a su promedio histórico, añade el ente regional.
La variación de las entradas de IED también fue positiva en el Caribe, impulsada principalmente por mayores inversiones en República Dominicana, que fue el segundo país receptor después de Guyana, según el reporte.
Según dicho informe, a nivel regional, un 54% de la inversión extranjera directa ingresó al sector de servicios, aunque repuntaron tanto el sector de manufacturas como el de recursos naturales. Las inversiones en servicios financieros; electricidad, gas y agua; información y comunicaciones; y servicios relacionados con el transporte tuvieron la mayor participación en el rubro de servicios.
55,2% de crecimiento en la región
CEPAL desataca que en 2022 ingresaron a América Latina y el Caribe 224.579 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED), cifra un 55,2% superior a la registrada en 2021 y el máximo valor desde que se lleva registro,
Este resultado se explicaría principalmente por el aumento de la IED en algunos países, en particular en Brasil; por el crecimiento de todos los componentes de la IED, especialmente la reinversión de utilidades; y por el alza de la IED en el sector de servicios. Esta dinámica es congruente con la recuperación pospandemia y no es claro si se mantendrá en niveles similares en 2023, señala el informe anual La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2023.
Desde 2013 las entradas de IED en los países latinoamericanos y caribeños no superaban los 200.000 millones de dólares. El peso de estos flujos en el PIB regional también aumentó en 2022, llegando a representar el 4,0%, según el documento.
“El reto de atraer y retener inversión extranjera directa que contribuya efectivamente al desarrollo productivo sostenible e inclusivo de la región sigue más vigente que nunca. Hay nuevas oportunidades en una era de reconfiguración de cadenas globales de valor y de relocalización geográfica de la producción ante una globalización cambiante”, resaltó el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, quien presentó las principales conclusiones del estudio en conferencia de prensa en Santiago de Chile.
Advirtió que el reto no solo es atraer y retener, sino maximizar la contribución de la IED al desarrollo, y para esto los países deben poner atención a las políticas de desarrollo productivo post-establecimiento, que incluyen el fomento a los encadenamientos productivos, políticas de agregación de valor y ascenso en las cadenas de valor, de desarrollo de recursos humanos, de infraestructura y logística y de construcción de capacidades locales.
El panorama mundial de la IED en 2022 fue heterogéneo, según CEPAL. Mientras estos flujos crecieron en América Latina y el Caribe y en otras regiones del mundo, decrecieron en Estados Unidos y en algunos países de la Unión Europea. En total, las entradas mundiales de IED se redujeron un 12% con respecto a 2021 y totalizaron 1,29 billones de dólares, añade el reporte.