Humberto Belli, exministro de Educación, Nicaragua-Las universidades son una de las más grandes creaciones de la civilización occidental; instituciones dedicadas al mundo del intelecto; a la busca de la verdad en todas las áreas del saber. Surgieron en el siglo XII bajo el impulso de la Iglesia católica, la cual promovía el estudio racional de Dios, propio de la teología, y de la creación, propio de las ciencias. Su nombre deriva de Universum, implicando la reunión y discusión de todo el saber. La de Bolonia, sería fuerte en derecho, la de Paris, en teología y filosofía, la de Oxford, en matemáticas, física y astronomía, la de Montpellier, en medicina.
Desde sus inicios lucharon por su autonomía frente a las autoridades locales. Entre sus privilegios estaba el autogobierno y la potestad de emitir títulos. Contrario al prejuicio que pinta la Edad Media como una época oscurantista, las universidades eran sitio de grandes debates y controversias. Su progreso, sin embargo, no fue lineal. Hubo épocas de intolerancia debido a los conflictos políticos religiosos que desató la reforma protestante y el intento de algunos príncipes de someterlas. Felizmente estas contradicciones fueron superadas.
Especial PuroPeriosismo/La Prensa, Managua