PuroPeriodismo/El Mercurio, Chile
Doce impactos de bala en distintas partes del cuerpo. Fue lo que recibió mientras conducía su auto, en la mañana del 8 de junio de 1971, Edmundo Pérez Zujovic, exministro del Interior de Eduardo Frei Montalva. Un asesinato que, además de generar importantes consecuencias políticas, confirmaba que Chile emprendía un camino irreversible hacia una confrontación en que la violencia política sería protagonista. Pero se trataba de una ruta que Chile comenzó a recorrer antes de la llegada de Salvador Allende a La Moneda.
Como muestra, inspirado en la Revolución Cubana, en 1965 había surgido el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y en 1967 el Partido Socialista declaraba que “la violencia revolucionaria es inevitable y legítima” y que “solo destruyendo el aparato burocrático y militar del Estado burgués puede consolidarse la revolución socialista”.
Un fallido plan
La mañana del 22 de octubre, a dos días de que el Congreso se reuniera para ratificar a Salvador Allende como Presidente de la República, era asesinado el comandante en jefe del Ejército, general René Schneider. El auto en el que circulaba, en la comuna de Las Condes, fue emboscado por cinco vehículos, desde los cuales se bajó un grupo de hombres, uno de los cuales intentó romper el vidrio del auto del general. Este hizo un intento por alcanzar su pistola, gesto suficiente para que los jóvenes abrieran fuego de inmediato en contra del uniformado, quien recibió cinco disparos. Schneider fue rápidamente trasladado al Hospital Militar, pero murió la mañana del domingo 25 de octubre, causando una gran conmoción en la opinión pública.
Fuente: El Mercurio, Santiago de Chile