- Usos inadecuados o inapropiados, vulnerabilidad en ciberseguridad y eventuales represalias políticas o comerciales
Edgar Fonseca, editor/Foto Facebook PuroPeriodismo
Desde usos inadecuados o inapropiados, vulnerabilidad en ciberseguridad y eventuales represalias políticas o comerciales son algunos de los riesgos que ven economistas independientes en el plan del Banco Central de montar una superbase de datos confidenciales crediticios del sistema bancario nacional.
Así lo alertaron ayer los economistas y exdirectores del Central, Luis Mesalles y Ronulfo Jiménez, y José Luis Arce de la firma FCS, durante un conversatorio Zoom Facebook Live con este editor.
La iniciativa trascendió el 17 de agosto cuando la Superintendencia General de Entidades Financieras reveló una acusación penal interpuesta contra su titular, Lic. Rocío Aguilar Montoya, por Hazel Valverde Richmond, gerente del Central, por la negativa de Sugef a entregar tales datos bajo razones legales.
Según Sugef, el Central hizo la solicitud de la información confidencial bajo un acuerdo de la junta directiva del 23 de noviembre de 2022.
Al no suministrar Sugef los datos, la gerente Valverde denunció a la Superintendente Aguilar el 21 de abril el presente año ante la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción por el presunto delito de desobediencia a la autoridad.
Contra el plan del Central, hay fuertes cuestionamientos públicos y privados.
La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) interpuso una acción de inconstitucionalidad y un recurso de amparo.
La Agencia de Protección de Datos de los Habitantes (Prodhab) demandó al Central suspender el pedido de información a la Sugef y ordenó a este ente no entregar los datos.
Ni el presidente ejecutivo del Central Róger Madrigal ni la gerente Valverde han dado explicaciones públicas de la polémica propuesta.
Los economistas Mesalles, Jiménez y Arce coincidieron en valorar como precipitada la denuncia penal.
Lamentaron el daño a las relaciones interinstitucionales.
No negaron el derecho del Central a requerir datos con fines de análisis y estadísticos pero cuestionaron la pretensión de ir por información explícita tanto de personas físicas como jurídicas.
Descalificaron, además, un argumento del Central, que tales datos son requisito para desembolsos del Fondo Monetario Internacional.
“Tiene mucho de chantaje”, censuró Jiménez
Los mayores riesgos
–¿Cuáles son los riesgos de una pretensión como esta por parte del Banco Central?
J.L. Arce-Creo que hay dos riesgos: un primer componente de riesgo tiene que ver en general, y eso aplica para todas las instituciones públicas, para todos los que usan datos de las personas de una u otra manera, es que, quien utilice información de los ciudadanos y de las ciudadanas, tiene que asegurarse que esa información está siendo resguardada apropiadamente, está siendo utilizada apropiadamente para el fin que jurídicamente se ha establecido, en este caso para la creación de estadísticas y además también creo que es importante, tiene que estar resguardada del poder político.
Creo que una gran parte de la reacción de la de la opinión pública en relación con este tema también tiene que ver con que venimos de cinco, diez años en donde la piel de la ciudadanía está mucho más sensible en relación con los temas de la información de las personas y, con razón o sin razón, hay una reacción pública muy importante en relación con resguardarla del poder político y además con el uso adecuado de la información, porque son cosas distintas.
Cuando hablo de resguardar la información es que no nos demos cuenta después que las bases de datos andan siendo vendidas ilegalmente en la calle, por ejemplo, y resguardarla del poder político es cuando uno teme o una sociedad corre el riesgo de que los que entran al poder en el corto plazo puedan utilizar esa información de manera inapropiada y, perdónenme, digamos, desgraciadamente cada vez más intensamente hemos visto en los últimos meses un poco de señales de que esa línea roja que hemos tenido como sociedad en el pasado a veces se traspasa. Esta es una primera dimensión.
La otra cosa es el tema reputacional: cuando ya uno hace, por ejemplo, una denuncia penal, cuando entra el lenguaje de las acusaciones penales y la acción de la FiscalÍa con todo el morbo que eso significa para la opinión pública, con la presión que significa para las personas que son demandadas y además las instituciones que están siendo afectadas, uno está quemando un puente, está quemando un canal de comunicación, de colaboración, que debería estar abierto permanentemente y que debería haberse alcanzado buscar acuerdos apropiados internamente y protegiendo los intereses de ambas partes, protegiendo la información.
Me temo que esto lo que crea es más desconfianza en las personas, daña al Banco Central, daña a la Superintendencia, también, y al final, en el mundo en que estamos viviendo, todos terminamos perdiendo, porque confiamos menos en las instituciones. Eso atiza la polarización, atiza el descontento, la indignación de las personas y políticamente me parece es algo muy grave en el tiempo que estamos viviendo. Y la otra cosa, al final, si la sobrereacción política o judicial es muy extrema, podríamos quedar, incluso, en el peor de los mundos, con reformas legales que pretenden, que pueden reducir el acceso al intercambio de información racional bien manejado. A veces estas cosas terminan llevándonos a extremos en donde perdemos todos. Desgraciadamente, en términos de reputación y de daño a las instituciones, incluso de los temas de estadísticas, este es un caso en donde podríamos terminar perdiendo todos.
-¿Qué riesgo particular ve frente a esta pretensión?
–L. Mesalles– Para mí el riesgo mayor es lo que apuntaba ahora José Luis del uso inapropiado de estos datos, ya sea porque no tiene el Banco Central los protocolos adecuados para poder defender esos datos o ya sea porque por más protección que haya como decía yo antes, de mano en mano se va perdiendo, se va perdiendo algo. Creo que tanta concentración de datos es dañino y aquí otra vez caemos en la justificación que pueda tener el Banco Central por utilizar esos datos. Entiendo que la información de estadÍsticas es importante, entiendo que el hacer estudios económicos es importante, pero hay alternativas para hacerlo y creo que de la manera que se ha hecho no es lo más adecuado.
“Chantaje” con lo del FMI
R. Jiménez-La junta directiva, la presidencia del banco y la gerencia han desaparecido de esta discusión y eso sí llama la atención de que no han estado en este debate. Inicia esto efectivamente con una denuncia penal que se hace contra la Superintendente de entidades financieras pero el Banco Central se excusa prácticamente de comunicar, excepto en ciertos comunicados de prensa que ha ido sacando. Uno dice: ´si yo no tengo esto no puedo cumplir con el Fondo Monetario´, y entonces si no puedo cumplir con el Fondo Monetario, el Fondo no va a desembolsar los préstamos y podrÍa venir una crisis financiera etc… a mí me parece que ese argumento está equivocado, me parece que tiene algo de chantaje o mucho de chantaje más bien porque esa información con ese nivel de detalle que el Banco Central necesita no es necesaria para cumplir con el Fondo, por dos razones, porque si, por ejemplo, el Banco Central dice: ´yo tengo que ver los efectos del cambio climático en las carteras de crédito del sistema financiero porque eso es un riesgo importante´, creo que eso se puede abordar, si es a un nivel macro o de regiones. No hay necesidad de conocer el número de cédula de las operaciones, no hay que conocer la identidad de las personas, es innecesario, y, si fuera necesario conocerlo, eso quien tiene que hacerlo es la Sugef, es una tarea que la Sugef puede hacer, que se puede hacer en colaboración, que la Sugef vea los niveles individuales y que el Banco Central haga los agregados después de datos anonimizados, se puede hacer. Considero que no es cierto lo que el Banco Central dice que va a incumplir con el Fondo por no tener esos datos. Creo que eso es como una forma de asustar y en particular asustar a instancias judiciales para que les den la razón y a la opinión pública, pero no es necesario.
–¿Por qué usted considera que es equivocado y por qué califica de chantaje esta iniciativa del Banco Central?
-Porque le está diciendo una consecuencia que no es cierta. Es como decirle: ´si usted hace esto se va a ir a un precipicio´ y no es cierto. No es cierto que se necesite la información a nivel de identificada. No se necesita pasar por encima de la información sensible con nombres y apellidos para cumplir con el Banco Central. Se puede cumplir debidamente si la información es anonimizada o es agregada. O también se puede cumplir si se trabaja en conjunto con la Superintendencia de tal forma que hay alternativas para alcanzar esa información. Ahí lo que llama la atención es que el Banco Central la única vía que quiere es aquella que tenga nombres y apellidos y hay otras vías que se pueden usar perfectamente.