Especial PuroPeriodismo/Infobae
Mientras el presidente proclama al mundo el éxito de su estrategia de seguridad pública, se acumulan historias de torturas y muerte tras las rejas, destaca un informe del periodista Héctor Silva Ávalos en el sitio noticioso Infobae.
Juan José, un salvadoreño que estuvo preso 14 meses en dos cárceles de El Salvador, relata golpizas a las que fue sometido y torturas que presenció mientras estuvo ahí.El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha defendido su modelo de seguridad pública y de prisiones.
Juan José no se atrevía a acercarse a su compañero de celda en el Penal de Izalco de El Salvador. Los gritos del otro recluso le daban pánico. Y lo peor, cuenta, es que los alaridos no pararon por días: el hombre se quejaba del dolor en el estómago y el abdomen bajo que le acompañaba desde que un grupo de custodios carcelarios la sacaron de la celda para darle una paliza que duro por lo menos una hora. “Pedíamos que lo fueran a sacar para que lo atendieran, pero un custodio nos decía que lo iban a sacar cuando se muriera, que esa era la única en que las personas saldríamos de ahí, muertas”, cuenta.
Juan José (el nombre del protagonista de esta historia se ha cambiado por seguridad y para no entorpecer procesos judiciales pendientes) es un agricultor salvadoreño, un campesino. Él y su familia viven en las montañas del noroeste salvadoreño, cerca de una reserva natural. El 23 de mayo de 2022, como todos los días, Juan José y cinco de sus familiares, incluidos su padre y su abuelo de 67 años, se levantaron a las cinco de la mañana para emprender la caminata cerro arriba hacia la finca en la que trabajan.
A eso de las 5:30 a.m. los interceptó una patrulla de policías que, sin decirles demasiado, los capturó. Lo único que les gritaron es que se iban presos porque ellos, los campesinos, eran miembros de una pandilla. Juan José protestó, pidió por su abuelo. Nada. Todos presos, incluida una cuñada que iba con ellos. Los llevaron al Penal de Izalco, una de las cárceles del sistema penitenciario salvadoreño, de las más utilizadas por el gobierno de Nayib Bukele para meter ahí a personas capturadas durante el régimen de excepción que su gobierno decretó en marzo de 2022, luego de que un pacto que él tenía con las pandillas Barrio 18 y MS13 se rompió.
Especial PuroPeriodismo/Infobae