PuroPeriodismo/El Universo, Quito
Sonriente y con un corte de pelo estilo hongo. Daniel Noboa Azín aparecía así en las fotos que se tomaba su familia en la primera carrera presidencial de su padre, el empresario bananero Álvaro Noboa Pontón.
Era 1998, y los medios visitaban al aspirante en el último piso del Banco del Litoral, en Malecón e Imbabura, en el centro de Guayaquil, donde todavía residía, para las entrevistas y sesiones de fotos.
La foto más icónica es aquella en la que están Noboa Pontón; su esposa, Anabella Azín Arce; y sus dos hijos, Daniel y Juan Sebastián, de 9 y 6 años, respectivamente, vestidos con camisas iguales. El mayor posaba tranquilamente, pero el otro no dejaba de hacer muecas.
Segundo fracaso correista
Por segunda vez consecutiva el correísmo se queda en el camino en su aspiración de volver a Carondelet. Sus postulantes no han alcanzado la votación de Correa.
El 15 de enero de 2007, Rafael Correa Delgado se posesionaba como presidente de la República, en lo que fue su primer mandato. Desde entonces es protagonista activo de la política ecuatoriana, aunque no sea candidato a ninguna dignidad, ya no resida en el país y esté sentenciado a ocho años de prisión en el caso Sobornos 2012-2016. El voto duro del exmandatario, quien estuvo en el poder del 2007 al 2017, no le alcanzó para llevar a Carondelet a Luisa González, a quien impulsó con vehemencia en las elecciones que se celebraron el 15 de octubre de 2023.
La lealtad de González a su líder es una de las principales razones por las que Correa y la Revolución Ciudadana (RC5) optaron por postularla.
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