Edgar Fonseca, editor/Foto Zoom PuroPeriodismo

La continúa tendencia a la baja del tipo de cambio golpea el clima de atracción de inversiones externas y hay preocupación y nerviosismo en el sector, advirtió ayer Vanessa Gibson, Directora de Clima de Inversión de Cinde.

Aseguró que, tras la severa desaceleración en gestación de empleo en 2023 que alcanzó 5.574 puestos netos, solo 27% de lo logrado en el 2022, hay un ambiente de expectativa sobre cuándo y hasta cuánto habrá reversión de la tendencia monetaria como una de las variables de incentivo para valorar invertir o dejar de hacerlo.

Así lo expuso en una conversación ayer con este editor vía Zoom Facebook Live.

Su posición coincidió con la presión del ministro de Comercio Exterior, Manuel Tovar, quien pidió medidas urgentes al Banco Central de Costa Rica para atender la inquietud que se extiende a la actividad turística y agrícola entre otras.

“Solicitamos una revisión urgente de las medidas actuales, ya que distintos sectores generadores de empleo se ven seriamente afectados por las mismas, tanto en sus ingresos como en su capacidad de mantener y generar nuevas fuentes de empleo, lo cual afecta negativamente al desarrollo y la competitividad de Costa Rica”, enfatizó Tovar como máximo jerarca de Procomer en la nota enviada al BCCR.

El ente emisor no se pronunció ayer sobre las presiones desde distintos sectores para frenar la baja en el tipo de cambio.

Preocupación clave

Tras 8 meses del abrupto rompimiento del convenio del gobierno con Cinde para atracción de inversión externa, la agencia privada mantiene operaciones destinadas a orientar firmas establecidas y futuros inversionistas.

Gibson evitó pronosticar una cifra estimada de nuevos proyectos o reinversiones en el país para el presente año ni el eventual monto meta en IED.

Al cierre del año anterior, según Comex, el país llegó a $2.691 millones, un 90% de la meta de $3.000 millones en atracción de inversión externa. Ello representaba, a setiembre 2023, un crecimiento de 16 % versus el mismo periodo anterior y de 21% en el comparativo trimestral. No han trascendido las cifras finales.

“Estos datos nos reafirman que hemos tomado las decisiones correctas y que estamos experimentando una aceleración de nuestra economía. De mantenerse este comportamiento en los últimos tres meses que el BCCR aún contabilizará, podemos prever que alcanzaremos y, muy posiblemente, superaremos la meta de atracción de IED que nos trazamos para este año”, sostuvo el ministro Tovar al cierre de 2023.

La dura realidad hoy

La especialista Cinde fue enfática que un 90% de las discusiones en estos momentos con inversionistas establecidos o prospectos pasa por aclararles las variables de la política macroeconómica y en especial de la política monetaria y del tipo de cambio a mediano y largo plazo.

Los inversionistas requieren información sobre las proyecciones macroeconómicas por los próximos 5 años, dijo.

Incluso, aseguró, ponen en la balanza la propuesta valor de su negocio para mantener o no operaciones en el país.

“Estamos en un contexto de tormenta perfecta”, advirtió Gibson quien insistió en la necesidad de mayor acercamiento del gobierno con el sector privado.

Cree que 2024 será un año para buscar la estabilidad en el sector IED mientras el país busca un reposicionamiento que le permita retornar a los niveles de crecimiento de generación de proyectos y empleos previos.

El país, dijo, deberá definir esta estrategia en medio en una fuerte competencia externa por ofrecer todo tipo de incentivos, incluso los no fiscales, a las multinacionales para que se reubiquen en sus respectivas latitudes.

“Si bien es cierto hay elementos de impacto global y la estabilización post pandemia, que pueden ser parte de las razones que ocasionaron la caída del empleo, claramente vemos grandes oportunidades de trabajo pronto en aspectos de clima de negocios que sí están en
manos de Costa Rica. Durante años hemos levantado la voz como CINDE sobre la brecha de talento existente y la escasez de personal bilingüe, por ejemplo. Asimismo, temas como nuevos incentivos no fiscales y estabilización de las condiciones locales, son elementos de
competitividad que tenemos pendientes de atender”, remarcó Gibson durante un simposio en fin de año sobre la perspectivas para 2024.