Dora María Téllez: “Los Ortega-Murillo, están aislados. No tiene con quien pactar”/Confía en salida democrática

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PuroPeriodismo/Especial Confidencial, Managua

Entrevista de Carlos Fernando Chamorro B., director

A un año de su excarcelación y destierro en Estados Unidos, después de permanecer 605 días en una celda confinamiento solitaria en la cárcel de El Chipote, la exrea política, Dora María Téllez, considera que el liderazgo opositor de la Concertación Democrática en el exilio, debe presentar “una hoja de ruta de la transición democrática”, enfocada en Nicaragua. 

El principal desafío de la oposición “es construir una opción de poder frente a los ojos del pueblo nicaragüense y estar permanentemente conectada con Nicaragua”, no solamente con el exilio y los migrantes, afirma la exdirectiva de Unión Democrática Renovadora (Unamos), y responder a los problemas que tienen los nicaragüenses “de empleo, corrupción, el régimen de terror, la angustia por su sobrevivencia económica, la sobrevivencia emocional de estar permanentemente acosados”. 

Bajo el estado policial que hay en Nicaragua, que se ha reforzado incluso, durante todo 2023, con el recrudecimiento de la persecución contra la Iglesia católica, las confiscaciones, la extorsión económica, ¿puede la oposición, la Concertación Democrática de Monteverde, convertirse en una alternativa de poder desde el exilio? 

Deberían lograr construir el mecanismo de concertación democrática como una opción de poder. Pero lo más importante es construirse como una opción frente a los ojos del pueblo nicaragüense. Es decir, el gran reto del liderazgo opositor, fuera del país, es estar permanentemente conectado con Nicaragua, no necesariamente solo conectado con la realidad del exilio, porque el exilio tiene otras características políticas, emocionales, distinta a la que tiene el país. 

Entonces, uno de los grandes desafíos del liderazgo que está en el exilio es conectarse con los problemas fundamentales que tienen los nicaragüenses su problema de empleo, la corrupción, la amenaza, el régimen de terror, la angustia que pasa la mayor parte de la población nicaragüense por su sobrevivencia económica, la sobrevivencia emocional de estar permanentemente acosado. 

El dilema central de la oposición es conectarse con la realidad nacional a tiempo completo. Eso no quiere decir que no haya conexión con los exiliados y con los emigrados nicaragüenses, pero el cambio puede producirse y se va a producir con el componente esencial dentro de Nicaragua. 

PuroPeriodismo/Especial Confidencial, Managua