Ortega reparte millonarias propiedades costeras de potencial turístico entre testaferros

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Blue tropical island in ocean background. Illustration Generative AI

Especial PuroPeriodismo/La Prensa, Managua

  • Investigación conjunta de los medios aliados: Artículo 66Darío Medios y Nicaragua Investiga. El trabajo consta de tres entregas, las cuales serán reproducidas por LA PRENSA entre el 12 y 14 de febrero de 2024. Esta es la primer entrega. 

En medio del lujoso Aqua Resort y Playa Gigante, un balneario de pescadores en el municipio de Tola, sobresale una extensa plancha de tierra rocosa de 6.2 manzanas que se introduce imponente en las aguas del Pacífico nicaragüense. Se le conoce como Pie de Gigante. Por años esa península fue propiedad del Estado, hasta que todo cambió en junio de 2020: la familia presidencial, encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo, se apropió de este terreno, apetecido por inversionistas por su potencial turístico.

Pie de Gigante está en las alturas. Subir el cerro es agotador por sus senderos pedregosos, pero desde arriba se tiene una vista privilegiada de la inmensidad del Pacífico: al sur, a lo lejos, se observa Guacalito de la Isla, el resort más lujoso del país que es propiedad del Grupo Pellas; al norte, la playa de arena blanca llamada Gigante. Una zona que desde hace un par de décadas se convirtió en una de las de mayor plusvalía turística en Nicaragua.

En 2020, cuando el país estaba azotado por la pandemia de covid-19, la Procuraduría General de la República (PGR) avaló la donación de la propiedad a Javier Ernesto Morales Cuadra, un ingeniero civil allegado a hijos de la familia presidencial y hermano mayor de un importante testaferro de la familia Ortega-Murillo, según documentos públicos compilados en los últimos tres años para esta investigación.     

A pesar de que la PGR es la abogada del Estado, es decir la que debe velar por las propiedades públicas, el 19 de junio de 2020 el abogado y notario VI del Estado, Rafael Mena Calero, mediante la escritura pública 1,035, avaló la desmembración de la propiedad para que Morales Cuadra pudiera inscribirla bajo su nombre.

El proceso fue el siguiente: Ante Mena Calero compareció otro abogado del Estado, José Enrique Ortega Narváez, carnet de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) 3915, quien manifestó que el Estado era dueño de la propiedad, pero que Morales Cuadra “ha estado en posesión sin título legítimo, de manera pública, pacífica y de buena fe, durante un periodo de más de 10 años”.

Ortega Narváez testificó ante su colega que, Morales Cuadra, había llenado los requisitos de la Intendencia de la Propiedad y la PGR para obtener el título de dominio y posesión, aunque no enumeró más requisitos que la supuesta posesión de más de 10 años.

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“Dando cumplimiento a la función social del Estado de la República de Nicaragua, reconoce los derechos posesorios”, establecieron los abogados del Estado.

Sin embargo, tres inversionistas manifestaron bajo condición de anonimato por miedo a represalias de la dictadura, que es falso que Morales Cuadra tuviera dominio y posesión de Pie de Gigante. En Playa Gigante nadie conoce a Morales Cuadra porque siempre ha vivido en Altagracia, muy cerca del Parque El Carmen donde habita toda la familia Ortega-Murillo, en la zona de la Estatua de Montoya, en Managua.

“Ese argumento es falso: Pie de Gigante ha sido siempre tierra de nadie. Es imposible tener dominio y posesión de una zona tan inhóspita y desolada”, dijo uno de los inversionistas. Precisó que la dueña de ese pedazo de tierra ha sido siempre la comunidad.

Finalmente, la propiedad fue presentada para su inscripción a las 10:43 de la mañana del 22 de junio del 2020, según asiento Número 92287, tomo: 208, Libro Diario a favor de Javier Ernesto Morales Cuadra.

Un día después la propiedad quedó inscrita bajo el número 573. Tomo IV, Folio del 294 al 299, Asiento 1, “la cual es desmembrada de la finca No. 4376, folio 58/59, Tomo: 138, Asiento: 8, ambas en Columnas de Inscripciones, Sección de Derechos Reales, Libro de propiedades”, establece el Registro Público de Rivas

Para este reportaje buscamos la versión de la PGR y Morales Cuadra, pero fue imposible obtener una versión hasta el momento de esta publicación.

¿Quién es Morales Cuadra?

Javier Ernesto Morales Cuadra es hijo del publicista sandinista Adán “El Flaco” Morales y hermano mayor de Eduardo Germán Morales Cuadra, un testaferro de la familia Ortega-Murillo, que aparece como socio en ocho empresas de las 22 que la familia presidencial usa para hacer negocios con el Estado, según una investigación del periodista Octavio Enríquez, en Confidencial.

Eduardo Germán Morales Cuadra, por ejemplo, aparecía de socio de la empresa con la que la familia maneja Tu Nueva Radio Ya; además es el dueño del 30% de las acciones de una empresa llamada Royal Realty, donde su hermano Javier Ernesto —el beneficiario de las seis manzanas de Pie de Gigante— es empleado, según los registros del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

Las otras dueñas de Royal Realty son Sonia Elisa Martínez Téllez con el 35% y la joven Karla Corea con el otro 35%, según documentos públicos en nuestro poder.

Martínez Téllez y Javier Ernesto Morales Cuadra están casados y son padres de la joven Rosalinda Javiera Morales Martínez, quien se desempeñaba como asistente de Camila Ortega Murillo, hija de los dictadores, hasta que falleció en agosto de 2020 en un accidente de tránsito en Managua.

Sonia Elisa Martínez Téllez fue, además, pareja de Rafael Ortega Murillo, el hijo mayor de los dictadores que se dedica a ver las empresas y negocios que la familia ha desarrollado al amparo del poder. Martínez Téllez es la mamá del segundo hijo de Ortega Murillo: el joven Laureano Ortega Martínez.

El Estado generoso con el matrimonio

En 2020 el Estado fue todavía más generoso con el matrimonio Morales Cuadra y Martínez Téllez. Según documentos públicos en nuestro poder, a Javier Ernesto Morales Cuadra no solo el Estado le donó Pie de Gigante, también le donaron una propiedad de 10,914.81 varas cuadradas, equivalente a más de una manzana en Punta Teonoste, comarca Las Salinas, situada también en las costas del Pacífico.

Documentos catastrales a los que hemos tenido acceso revelan que el lote fue un traspaso parcial y que la dirección de la propiedad es en la comarca Las Salinas, de la entrada a Punta Teonoste, 247 metros al este, 340.10 metros al norte, en el municipio de Tola, departamento de Rivas.

La generosidad de la PGR también alcanzó a Sonia Elisa —la misma que tiene  un hijo de Rafael Ortega Murillo—, a quien le donaron una propiedad de casi 4.3 manzanas en la comarca San Antonio, municipio de Tola.

Esta propiedad está aproximadamente 700 metros antes de llegar a la entrada principal del pueblo de Gigante, justo enfrente del Hotel Brio.

El plano registral dice que está en la Comarca San Antonio, frente a un camino y colinda con una finca propiedad de Omar Bello Centeno y David William Belisle.

Para completar esta historia hicimos el primer recorrido por las tierras donadas a los testaferros de la familia Ortega-Murillo en febrero de 2021. Maquinaria de la Alcaldía de Tola, gobernada por el FSLN, andaba removiendo tierras y adoquinando calles en la comunidad de Gigante que llevaba hasta muy cerca de Pie de Gigante.

Más tarde captamos maquinaria de la Alcaldía trabajando, abriendo camino en una trocha que conduce hasta las tierras donadas. Buscamos a las autoridades municipales y fue imposible obtener información.

Intereses en la zona de Tola y se benefician de La Costanera

La familia Ortega-Murillo siempre ha tenido intereses en la zona de Tola. Por años la Finca Miramar de 1,180 manzanas estuvo en manos de su testaferro mayor: José Mojica Mejía, según una investigación de la plataforma Connectas y Confidencial.

La Finca Miramar está en una zona privilegiada. Desde 2017 el Gobierno anunció la construcción de la carretera costanera, una vía que bordearía las playas del Pacífico de todo el país, comenzando en los mojones de El Naranjo, fronterizo con Costa Rica, y terminando en occidente.

El primer tramo anunciado fue una carretera de 34 kilómetros de macadán que conectaría San Juan del Sur con El Naranjo, paralelo al Pacífico.

El otro tramo iría desde San Juan del Sur hasta Brito, en Tola, exactamente donde comienza la finca Miramar. El Gobierno expresó en aquel momento que invertiría 150 millones de dólares en una carretera que conectaría Brito con El Naranjo, sin embargo, esto nunca se concretó.

Lo que sí se concretaron fueron los acuerdos del gobierno con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para financiar la carretera adoquinada que arrancaría muy cerca de la finca Miramar. La famosa Costanera.

Se trata de un financiamiento por 380 millones de dólares para la Costanera que ya se está construyendo en Tola y, casualmente, pasará frente a las propiedades que han sido donadas por el Estado tanto a Javier Ernesto Morales Cuadra, como a Sonia Martínez. También pasará cerca de donde están las fincas y propiedades en poder de los testaferros ya conocidos de la familia Ortega-Murillo.

Durante un recorrido por la zona de Tola, Artículo 66 confirmó que la carretera ya se está construyendo. Hay maquinaria de empresas constructoras trabajando en la zona.

Especial PuroPeriodismo/La Prensa, Managua