Expresidente de Banco Central cuestiona abrupta apreciación cambiaria/Demanda revertirla/No le hace bien a la economía, sostiene Rodrigo Cubero

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Edgar Fonseca, editor/Foto Zoom PuroPeriodismo

El expresidente del Banco Central, Dr. Rodrigo Cubero, (2018-2022), calificó de “muy abrupta” la apreciación del tipo de cambio del dólar que afecta a diversos sectores productivos del país, en particular al agroexportador y al turismo, y demandó revertirla porque no le hace bien a la economía.

Cubero, quien destacó como uno de los principales logros de la presente administración, a dos años de gestión, consolidar la reforma fiscal aprobada en 2018, presionó por medidas para revertir la tendencia a la baja en el tipo de cambio que ayer cerró en ¢505,8 para la venta y ¢499,72 para la compra, según la referencia oficial del Banco Central.

El exjerarca y consultor internacional expuso su visión del rumbo económico, a dos años del gobierno del presidente Rodrigo Chaves, durante una amplia entrevista que concedió ayer a este editor vía Zoom Facebook Live.

Calificó de “no realista” la posición del primer vicepresidente Stephan Brunner quien en la última semana arremetió contra los sectores afectados por la pronunciada baja en el tipo de cambio y los retó a cambiar de actividad.

“Me parece que las declaraciones no fueron enteramente prudentes o enteramente apropiadas desde el punto de vista económico”, remarcó Cubero.

Cree que en los dos años que le quedan al periodo del presidente Chaves tiene, entre otros desafíos:

-impulsar un crecimiento económico más balanceado

-fortalecer el mercado laboral ante la desaceleración que atraviesa el empleo

-y bajar “más fuerte y decididamente” la Tasa de Política Monetaria en vista que la inflación se mantendrá por debajo del rango meta del BCCR

Igualmente, advirtió, no debe diluirse más la aplicación de la regla fiscal, la que calificó como esencial para la estabilidad macroeconómica. “No se debe jugar. No hay que tocarla más. Hay que dejarla trabajar”, afirmó.

Posición de Brunner no es realista

-El vicepresidente Stephan Brunner dijo que quienes se sientan afectados que busquen otra actividad…Pareciera muy fácil decirlo pero implementarlo sería bastante difícil y llegó a la Asamblea Legislativa a advertir que, quienes hoy están reclamando por el pronunciado descenso del tipo de cambio, no reclamaron cuando casi alcanzó 700 colones en el 2022. ¿Cómo analiza estas manifestaciones desde la cabeza del Poder Ejecutivo, cuando está hablando el vicepresidente uno entiende que está hablando la voz del presidente, en la relación con sectores muy sensibles para la economía del país?.

-Me parece que no es realista afirmar que los sectores afectados por la presión cambiaria muy abrupta para estándares cambiarios costarricenses, lo que deben hacer es cambiar de actividad, esto es muy complejo para sectores que han venido invirtiendo por años en mejoras de productividad, en mejoras de conocimiento de mercado, inteligencia de mercado, en explorar nuevas rutas, nuevos canales comerciales, cambiar de actividad por un fenómeno cambiario. Me parece que no es realista.

Me parece que sí es importante entender que una parte de este proceso de apreciación llegó para quedarse. Hay una serie de factores, diríamos los economistas, estructural, es decir de largo plazo, que están empujando el tipo de cambio a la baja, y eso posiblemente no se va reversar en el corto plazo. Sin embargo, hay otros que me parece que sí podrían cambiar, y que sí podrían llevar a una depreciación cambiaria, la cual no es enteramente claro que la pérdida de competitividad que ha sufrido el país en términos de precios sea un fenómeno permanente, podría ser algo temporal, y ante esa temporalidad no tiene sentido pensar que el sector productivo deba cambiar de actividad rápida y abruptamente, porque podría bien ser una decisión prematura, con tremendos costos, costos de transición, costos para el empleo, costos para la producción.

Ha habido, en general, en el sector productivo, mucho esfuerzo por mejorar la productividad y por enfocarse en alcanzar nuevas rutas comerciales y todo eso es sumamente costoso. Hacer un cambio, hacer un giro por un fenómeno que podría probar ser temporal, aunque como decía, hay una parte de ese fenómeno que seguramente va ser de largo plazo, me parece que es algo muy prematuro. No me parece una buena recomendación.

-¿A qué atribuye estas reacciones desde la cúpula de sector ejecutivo del país, en momentos que sectores de mucha influencia, muy poderosos en la vida económica, en la vida productiva, externan inquietud sobre lo que está pasando? ¿En qué ve usted basadas estas reacciones desde el sector ejecutivo?

-Yo no quisiera meterme en la cabeza de otras personas. Ciertamente no dudo que el señor vicepresidente debe haber tenido las mejores intenciones cuando mencionó lo que mencionó, pero claramente me parece que las declaraciones no fueron enteramente prudentes o enteramente apropiadas desde el punto de vista económico.

La única explicación que yo me puedo dar desde el punto de vista, digamos, conceptual para esas declaraciones es que en la perspectiva del señor vicepresidente, la apreciación que hemos tenido va ser enteramente permanente, se va quedar, que el tipo de cambio va quedar en 500 o alrededor de 500, y me parece que no es necesariamente el caso.

El tipo de cambio podría darse vuelta, lo cual no es claro, como decía antes, que el sector productivo orientado a las exportaciones, o el turismo, o el sector que compite con importaciones, deban de buscar en carrera otras actividades, porque esto podría probarse un fenómeno temporal, aunque entiendo que una parte de eso sí llegó para quedarse.

Yo no esperaría que el tipo de cambio regrese a los 700 que tuvimos a mediados del 2022, y posiblemente tampoco regresará a los 600 en el corto plazo. Vamos a tener un tipo de cambio mucho más apreciado de lo que tuvimos en promedio en los últimos 3 o 4 años, pero ciertamente, una parte de lo que hemos visto podría reversarse, y los exportadores lo que están diciendo es que pongan atención, que este fenómeno no siga, y hay acciones, que yo creo, las autoridades sí pueden tomar, para revertir este fuerte proceso de apreciación que, me parece, no le hace bien a la economía nacional.