Edgar Fonseca, editor/Foto Facebook Zoom PuroPeriodismo
Aunque cree que hay instituciones del país que necesitan un “socollón”, el excanciller Manuel A. González S., (2014-2018), estima que el presidente Rodrigo Chaves debe moderar la intensidad de los ataques contra estas en la antesala de cumplir dos años de gobierno el próximo 8 de mayo.
“No creo que dé una marcha atrás. Lo que sí está a su alcance es modular un poco el ataque, la intensidad… que se haga con mayor estrategia y que el pueblo no perciba que se hace con el hígado sino con la razón”, ratificó González durante una amplia entrevista que concedió a este editor, vía Zoom Facebook Live, el jueves 18 de abril.
Estabilidad económica con crecimiento, controlar la agresiva revaluación del tipo de cambio, y atender el desempleo, son, a su juicio, desafíos clave del presidente Chaves por los próximos dos años.
En el campo de la política exterior del país, espera un mayor protagonismo del mandatario y respaldó el acercamiento con naciones árabes.
Aunque confía en la herramienta del multilateralismo, se mostró pesimista sobre la solución de conflictos como los de la Franja de Gaza, Medio Oriente, y Ucrania.
No ve una salida a mediano plazo de la crisis en Medio Oriente.
Vaticinó que las elecciones de Venezuela, 28 de julio, serán “amañadas” ante lo que Costa Rica debe estar atenta para ratificar la defensa de la democracia, los derechos humanos y la institucionalidad.
“Salvo que gane la oposición, en Venezuela cualquier resultado va a ser amañado e ilegítimo y va a haber fraude a favor de Maduro. Las posibilidades de que gane la oposición son sumamente limitadas”, sentenció.
“Son unas elecciones tipo Mickey Mouse las que vamos a ver”, remarcó.
País estable pero…
–¿Cómo ve el rumbo del país a dos años de la administración Chaves Robles?
-Independientemente de a quien se le pueda adjudicar las medallas o el premio, el país está viviendo una situación estable. Hay estabilidad económica que es muy importante para que haya estabilidad social. Tiene que haber crecimiento económico, no ha habido, tal vez, uno con un rango mayor pero alrededor del cuatro por ciento y es un índice bastante aceptable.
Me preocupa mucho el tema del tipo de cambio. Cuando iba para arriba también es motivo de preocupación, una revaluación o una devaluación agresiva no beneficia a nadie. Un tipo de cambio bajo está por un impacto muy serio para el sector exportador. ¿Por qué? Porque exportan, venden dólares, tienen que cambiarlos para pagar sus obligaciones, sus salarios, sus impuestos en colones. Y si esos dólares le valen cada vez menos, pues entonces está en mayores dificultades. Los precios se encarecen y su competitividad en el mundo pues se vuelve mucho más complicada. También afecta al turismo. ¿Por qué? Porque nos convertimos en un país muy caro para venir y ya desde hace mucho tiempo somos un destino bastante caro. Pero bueno los economistas han dicho que son distintos factores.
Una cosa que me preocupa muchísimo es el desempleo. Es lo peor que podemos tener. Es uno de los factores muy importantes de lo que genera inseguridad en los muchachos y si la gente no tiene un trabajo digno con el que ganarse la vida aunque sea poco remunerado, pero sea un trabajo digno, lo que van a buscar es el dinero fácil, y eso es la delincuencia, el narcomenudeo, la incorporación a las bandas, el aumento de la prostitución. En fin, es un círculo vicioso que estamos viviendo, todos lo estamos percibiendo y es una realidad, pero el empleo, desde mi punto de vista, es una prioridad, no solamente este tiene que ejecutarse y ponerse en ejecución, todas las políticas necesarias para generar empleo. Una de ellas es la inversión, pero no solo la inversión extranjera, también la inversión local, porque hay disparidades importantes entre lo que se llama, por ejemplo, materia de exportación, el régimen definitivo, que es básicamente los que no tienen acceso a elementos de promoción tributaria, como sí la tuvieran las zonas francas, que son indispensables para el país, no nos confundamos, que son fuentes muy importantes. Sí dejan recursos al país. No lo veo como algunos que dicen que no le dejan nada al país. Eso es absolutamente falso, pero si por lo menos mantuviéramos un curso de estabilidad y lograra bajarse el desempleo, ya serían logros importantes para el finalizar de esta administración.
Por supuesto, que hay obras de infraestructura, mejoras en salud, en educación, en construcción de hospitales. No es que eso sea accesorio, pero como principios rectores, me parece que la estabilidad, y, ojalá estabilidad con crecimiento, y la lucha contra el desempleo son absolutamente fundamentales para lo que resta de este gobierno y para el que venga también.
Aún debe consolidar el equipo
–¿Dónde ve usted tres mayores desafíos para lo que le resta a la administración del presidente Chaves Robles?
-Uno es terminar de consolidar su grupo de trabajo. Vienen los dos años más difíciles para un gobierno, no para el país, para un gobierno. ¿Por qué? Porque ya se pasó el umbral de la mitad. Cuatro años realmente es muy poco tiempo para dejar una huella profunda en el país. El primer año tradicionalmente se dice que es de acomodo. Me parece que debería ser mucho más corto. El segundo año es para hacer algunas cositas. Eso ya pasó. El tercer año es casi para lo que estamos, ir pensando en la salida. El último año ya todo el mundo lo vuelve a ver a uno como un difunto. Muchos ya andan buscando el trabajo después del ocho de mayo. Eso es una lástima. Es una dinámica que debe romperse.
Tener un grupo de trabajo bien consolidado, todos remando en la misma dirección, que no se dé tanta salida de funcionarios de alto nivel me parece que es un reto importante, y si lo logra superar muy rápidamente le va a permitir al presidente tener resultados mejores y más articulados, uno puede decir ´ah se fue un ministro ministro viene otro´, no, sobre todo si es un ministro que ha estado ya dos años, ya hay una mecánica de trabajo, conoce el sector, conoce a sus colaboradores, la gente lo conoce a él o a ella, y si no, se va es volver a empezar todo ese proceso que va a llevar tres, cuatro meses y eso es una pérdida de tiempo.
En los setenta, principalmente, y sesenta, los ministros no renunciaban, se comprometían a estar los cuatro años y eso permitía afinar políticas y ejecutarlas en serio y aunque fueran solo cuatro años que aunque son políticas a corto plazo pues no eran políticas a tres o seis meses, como lo que estamos viendo en este momento. Perdone que le ponga tanto énfasis en eso pero parece fundamental que al final un gobierno está lleno de personas, no son máquinas, personas que tienen responsabilidades y creo que el constituir por lo menos en las áreas que el presidente defina como absolutamente prioritarias para lo que resta de su gobierno, constituir un equipo que reme en la misma dirección es indispensable.
Otro reto importante, pero no veo que ahí vaya a haber gran mejora, es la relación con la Asamblea Legislativa. ¿Por qué? Porque al final somos un país legalista, todo tiene que pasar o ser aprobado en la Asamblea Legislativa a través de leyes. El presidente que gobierna solo a punto de decreto o reglamento, pues, lamentablemente, no cubre muy poco terreno. Seguimos dependiendo de la Asamblea Legislativa, y lo que hemos visto es una confrontación fuerte. Vea lo que ha pasado en los últimos días, inclusive para la conformación del Primero de Mayo de quien va ocupar la presidencia. Esos ataques depende de él y una situación del partido de gobierno, pues no tiene una fracción grande, lo hace más más vulnerable.
El otro reto importante me parece pues es concluir las obras de infraestructura que ya están en camino. No es un mérito de este gobierno y ni siquiera del anterior. El planeamiento de obras de infraestructura lleva mucho tiempo, el diseño, los planos, la aprobación, la licitación y todo es un trabajo que no se ve pero que se hace muchos años antes y urge realmente esa infraestructura sobre todo en el campo vial. Me parece áreas son indispensables para que pueda tener resultados concretos que dejen alguna huella. Por supuesto lo que dije antes en el combate al desempleo tiene que ser una prioridad también.
No ve a Chaves dando marcha atrás
-Usted acaba de tocar un punto que no ha dejado de llamar la atención a lo largo de estos dos años de la administración y es la alta fricción del presidente con las instituciones, ¿cuánto le puede afectar o contribuir a sus expectativas de alcance de objetivos al presidente esta estrategia? Pareciera ha sido una estrategia política desde el primer día de gobierno de choque con Contraloría, con la Asamblea Legislativa, con el Poder Judicial, choque con las instituciones contraloras y fiscalizadoras del país. Cabe la posibilidad que el presidente dé un marcha atrás en esa estrategia?
-No creo que dé un marcha atrás. Lo que sí está a su alcance es modular un poco el ataque, la intensidad y a veces las palabras que se utilizan para que se haga con mayor estrategia y que el pueblo no perciba que se hace con el hígado sino con la razón. A veces queda un poco la impresión que las cosas se hacen más con el hígado. Eso no es bueno para él, no es bueno para el país, pero es un estilo de gobierno al que no estábamos acostumbrados. Ahora, ¿me preocupa los ataques en la institucionalidad y la agresividad y lo que algunos llaman como que se están poniendo un poco dinamita a las instituciones democráticas? Claro que me preocupa, pero, y aquí no nos malentendamos, porque no es un apoyo a lo que se está haciendo, la realidad de las cosas es que ha habido muchas instituciones que necesitan un socollón, necesitan que las señalen también en su ámbito de responsabilidad. Tal vez no de la forma en que se ha hecho o tal vez no usando los ejemplos que se han hecho, pero que viven en un Olimpo, que nadie las toca, que nadie las menciona, que le tienen mucho miedo, ¿por qué?, porque después el presidente o el gobierno va a tener que ir a lidiar con ellos por una u otra razón, entonces no pelearse es mejor, bajo el supuesto que le van a ayudar a sacar su agenda y eso tampoco se vale. Tampoco se vale vivir en el Olimpo y a mí nadie me toca y nadie me cuestiona y al final son instituciones que cuestan muy caro al Estado costarricense como un todo y, como siempre sabemos, lo pagan los que pagan impuestos. El gobierno no genera ingresos sino es a través de los impuestos y todo lo que se gasta tiene que ser debidamente justificado y bien gastado. Entonces ese socollón dado de otra manera y, tal vez, con otra actitud y otras palabras y más focalizado y no tirar con escopeta contra todo lo que se mueve es algo diferente pero sano. No me malentienda, no estoy apoyando ni dando carta blanca a lo que se ha hecho.