Edgar Fonseca, editor
El Consejo de Gobierno resolvió pedir acciones preventivas a la junta directiva del Banco Nacional para evitar que se repitan casos como la sustracción de ¢3.293 millones detectada en octubre 2023.
El hecho fue tardíamente denunciado por el banco ante la Fiscalía.
Un individuo de apellido Oliva fue detenido y denunciado como principal sospechoso de las sustracciones del dinero en sobres de manila. Justificó que lo gastaba en compras de lotería.
Tras el escándalo renunció el gerente general, Bernardo Alfaro.
Además fue destituida, sin responsabilidad patronal, la directora jurídica de apellido Herrera.
Un informe enviado por Marvin Arias Madrigal, presidente de la junta directiva del Banco Nacional, al presidente Rodrigo Chaves, reveló que la tardía denuncia del caso por parte de la gerencia general ante las autoridades judiciales obedeció a una recomendación de la dirección jurídica.
Pide acciones preventivas
“El Consejo de Gobierno ha instruido a la Junta Directiva del Banco Nacional que mantenga la generación de acciones preventivas para evitar que se vuelva a incurrir en situaciones como la acontecida”, citó un comunicado divulgado ayer por Casa Presidencial.
Dichas medidas, dijeron, deben ser comunicadas de forma periódica, así como también informar los resultados de los procedimientos administrativos y del proceso penal en curso.
En medio de la indignación pública al trascender los hechos, el Gobierno de la República advirtió que no iba a permitir que se juegue con el dinero de los costarricenses que está en custodia de este banco, ni en ningún otro.
Tardía denuncia
“Es muy lamentable que por parte del Banco Nacional no se denunciara oportunamente. Es lamentable incluso que tengamos como Fiscalía que abrir una investigación de oficio en este tipo de casos y que pasara mucho tiempo”, criticó el fiscal general Carlo Díaz el 8 de noviembre anterior al revelar pormenores del caso.
El faltante fue detectado el 3 de octubre y el banco lo denunció ante la Fiscalía hasta el 24 de octubre.
Según las investigaciones judiciales, entre el 17 de agosto y el 26 de setiembre hubo 10 oportunidades en que particulares sacaban sobre de manila con los fajos presuntamente con el dinero.
El caso lo denominó el OIJ “Gallo Tapado” ya que el sospechoso de apellido Oliva alegó que gastó el dinero en compra frecuente de lotería.
“El banco debió haber revisado los videos, debieron haber hecho los controles, debió haber revisado las verificaciones, no lo hizo, no lo hizo, y por eso es que se llegó a esta suma exorbitante de dinero, por la falta de control y de supervisión del banco”, censuró el fiscal Díaz
“Es evidente que los arqueos no se realizaban. Desaparecer ¢3.293 millones no es nada fácil. Si se hubieran realizado esos arqueos esa suma no hubiera desaparecido, no se habría realizado este perjuicio tan grande y evidentemente es falta de los controles, falta de las alertas, falta del control que debía tener el banco en esa dependencia”, ahondó el titular del Ministerio Público
“Transcurrió tiempo entre el momento en que se dieron los hechos y el momento en que el Ministerio Público y la Fiscalía inician la investigación. El hecho de que hayan puesto la denuncia 20 días después facilita que (los presuntos involucrados) hayan podido disponer de las pruebas”, lamentó en aquel momento el director OIJ, Randall Zúñiga.