En ciudades europeas se hastían de tantos turistas/Crece rechazo en Venecia, Barcelona, Lisboa, Praga y Ámsterdam

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PuroPeriodismo/DW, Alemania

En varias ciudades europeas especialmente populares entre los turistas, los residentes protestan. En Venecia, algunos incluso han ocupado departamentos en los últimos años. Aseguran que su ciudad está plagada de turistas y que ya no tienen dónde alojarse.

Casi 49.000 personas siguen viviendo permanentemente en el centro histórico. Según diversas estimaciones, Venecia recibe a más de 20 millones de visitantes al año.

Europa es el continente con más turistas internacionales, y Venecia no es la única ciudad que sufre por la afluencia masiva de visitantes. También en Barcelona, Lisboa, Praga y Ámsterdam, el turismo de masas provoca cada vez más tensiones entre los viajeros y la población local.

Las razones son similares en todas partes: el aumento de los alquileres, los precios astronómicos de los inmuebles y la cuestión de quién puede consumir cuántos recursos.

El turismo como fuente de ingresos

El turismo es la principal fuente de ingresos de muchas de estas ciudades y regiones. En la Unión Europea, el turismo representa alrededor del diez por ciento de la producción económica. Según cálculos de la UE, el sector emplea a unos 12,3 millones de personas.

“Son cifras abstractas”, afirma Sebastian Zenker, de la Escuela de Negocios de Copenhague (Copenhagen Business School). Esos ingresos no sirven de nada a los residentes locales, dice Zenker a DW, si al mismo tiempo aumentan los alquileres, comprar una vivienda propia se vuelve inasequible para los residentes, o los restaurantes cobran precios que sólo los turistas pueden pagar. Según el investigador experto en turismo, los residentes deben volver a sentir que hay un equilibrio.

Aunque mucha gente gana dinero con el turismo, “solo pocos ganan bien o pueden vivir de él”, dice Zenker. Otro problema es que los salarios suelen ser demasiado bajos. En Italia no hay un salario mínimo legal; en Portugal es de 4,85 euros, y en España, de 6,87 euros.

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