PuroPeriodismo/BBC Mundo
Su misión es interponerse entre la bala y el presidente.
Generalmente los vemos sobriamente vestidos de negro, hombres -y mujeres- serios e impasibles con sus sempiternas gafas de sol, acompañando a los presidentes y candidatos presidenciales de Estados Unidos y oteando los alrededores en busca de una posible amenaza.
El pasado fin de semana no lograron verla a tiempo.
Pero su reacción fue la que se espera del Servicio Secreto de EE.UU.: se lanzaron sobre Donald Trump para proteger con sus cuerpos al expresidente y, cuando la amenaza pasó, lo metieron a la fuerza en un vehículo blindado -él parecía querer en algún momento zafarse para seguir hablando a sus seguidores- y lo sacaron rápidamente del lugar de peligro.
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