Edgar Fonseca, editor
El expresidente y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, confirmó su retiro del Directorio Político del PLN y advirtió: “Sólo los tiranos se aferran al poder”.
“Lo he dicho muchas veces: una de las principales obligaciones de un líder político es propiciar nuevos liderazgos. El futuro de un país depende de que haya siempre nuevos cuadros dispuestos a tomar la estafeta”, resaltó.
“Sólo los tiranos se aferran al poder”, sentenció.
“Los demócratas, y yo soy uno de ellos, entienden la importancia de hacerse a un lado. Esta es mi principal razón para separarme del Directorio Político: creo que hay que darle espacio a los que vienen”, destacó el exmandatario en mensaje enviado al Secretario General de Liberación Nacional, Miguel Guillén.
Su mensaje trascendió tras la fallida reciente asamblea plenaria del partido, el pasado sábado 12 de octubre, que dejó en suspenso la vía de escogencia del candidato presidencial para los comicios 20256.
Arias promueve que se haga por convención abierta mientras que el expresidente José María Figueres respalda una convención circunscrita solo a militantes PLN por riesgo de infiltración del narcotráfico.
La asamblea se vio truncada cuando delegados afines a Figueres se retiraron de dicho evento.
El partido que arrastra tres derrotas consecutivas en las últimas tres elecciones presidenciales, 2014, 2018 y 2022, dirimirá en una nueva asamblea en noviembre la opción de escogencia de candidato.
Transformador del país, dice
“Siempre he creído que la política es uno de los oficios más nobles a los que puede dedicarse un ser humano. La política de altura, esa que existe para construir, para convencer, para avanzar, y no para destruir, para atacar, o para obstaculizar. Por eso nunca
renegaré de haber dedicado mi vida al servicio público. Porque nos permitió transformar este país”, resalta Arias en el mensaje.
“En mi primera administración con la firma de la paz en Centroamérica. En la segunda, con la inserción de nuestro país en la economía internacional y la aprobación del Tratado sobre el Comercio de Armas, la mayor contribución de Costa Rica a la humanidad
en toda su historia”, reseña.
“Esa –dice– es la política en la que creo: una política ambiciosa, valiente, que nos brinde esperanza e ilusión, una política que no se distrae en pequeñeces, sino que fija la mirada en el más atrevido punto del horizonte. ¡Los pueblos tienen derecho a soñar! Tienen derecho a pensar en el futuro con entusiasmo, y no con resignación; con regocijo, y no con desencanto”.
Retiro del Directorio Político
“Le he servido a este país con lo mejor de mis capacidades desde la silla presidencial, y hoy debo servirle a mi partido apartándome de la silla que ocupo en el Directorio Político y darle oportunidad a quienes gobernarán la Costa Rica del mañana”, confirmó.
“Nadie es imprescindible en una democracia”, sentencia.
“Lo imprescindible –agrega– es que haya muchas personas dispuestas a trabajar por este país que tanto amamos. Nuestro partido y el país necesita, con urgencia, la renovación de los liderazgos políticos, y no estoy pensando en los próximos cuatro años. Estoy pensando en los próximos cuarenta”.
“Lo he dicho muchas veces: una de las principales obligaciones de un líder político es propiciar nuevos liderazgos. El futuro de un país depende de que haya siempre nuevos cuadros dispuestos a tomar la estafeta. Sólo los tiranos se aferran al poder. Los demócratas, y yo soy uno de ellos, entienden la importancia de hacerse a un lado. Esta es mi principal razón para separarme del Directorio Político: creo que hay que darle espacio a los que vienen”, añadió en su mensaje.
“Sin embargo –enfatiza– tenemos problemas que enfrentar a mediano y largo plazo”.
Si no logramos elevar la calidad de la política y el interés por el servicio público; si no logramos que los más capaces, los más preparados, los más honestos participen en la vida política, está en juego la sostenibilidad misma de nuestro sistema democrático.
“He luchado durante toda mi vida por darle oportunidad a los jóvenes para que participen en política. Son ellos los que tienen el poder y deben ejercerlo. Si no les gusta el rumbo del país, deben transformarlo. No deben darse por vencidos”, desafió.
“Las nuevas generaciones deben ocupar el lugar que les corresponde en la toma de decisiones. Deben ponerse al timón porque este barco, que llamamos país, irá en la dirección de su compromiso, o de su indiferencia”, sostiene.
“Hay muchas formas de trabajar por el pueblo de Costa Rica. Siempre estaré al servicio de mi país y de mi partido. No planeo retirarme mientras Dios me dé salud”, agregó.
“Seguiré opinando sobre la realidad del país y seguiré impulsando las causas en las que creo.”, promete.
“Viviré eternamente agradecido con mi partido por la confianza que me demostró al hacerme presidente de la República en dos ocasiones, y con el pueblo de Costa Rica que no deja de sorprenderme, que no deja de inspirarme, y que no deja de darme razones para creer que la
política es un instrumento para el bien, para la paz, para la justicia; es el taller donde quizás los sueños se hacen más realistas, más precisos, más concretos, pero también el lugar en que se vuelven verdaderos”.