Edgar Fonseca, editor/Foto Zoom PuroPeriodismo
A un año del estallido de un conflicto militar que amenaza con envolver al Medio Oriente, la embajadora de Israel en San José, Michal Gur-Aryeh, condicionó las posibilidades de un cese el fuego en la Franja de Gaza a que su país cumpla el objetivo de exterminar los focos de terrorismo que representan los grupos islamista Hamás y Hezbolá patrocinados y financiados por Irán.
Así lo sostuvo en una amplia conversación compartida ayer con el catedrático UCR y analista, Dr. Carlos Murillo, y este editor vía Zoom Facebook Live.
Ambos analizaron las implicaciones del ataque terrorista del grupo Hamás el 7 de octubre 2023, que tomó por sorpresa al poderoso aparato militar y de inteligencia israelí y dejó al menos 1.200 muertos y 250 secuestrados, de los cuales permanecen unos 100 en cautiverio, sin saberse sobre su suerte.
Como consecuencia, Israel lanzó una devastadora ofensiva que hasta el fin de semana dejaba al menos 41.000 muertes en la Franja de Gaza, y centenares de miles de desplazados, según las cifras del ministerio de Salud controlado por Hamás, puestas en duda por la embajadora Gur-Aryeh.
Tomaría años
Aunque crece la presión de Naciones Unidas, EE.UU. y otras potencias occidentales para un pronto cese el fuego, según la diplomática, con una maestría en Estudios de Paz y Resolución de Conflictos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y bachiller en Derecho de la Universidad de Cambridge, alcanzar ese objetivo puede tomar años hasta que las fuerzas terroristas no representen un peligro para Israel y sus vecinos.
Antes de su arribo a su misión en San José en agosto 2023, Gur-Aryeh fungió, también, como directora de Asuntos Económicos para América Latina, el Caribe y África del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
Irán, el eje del terrorismo vs el eje de la moderación
La embajadora resaltó que la crisis tiene un actor clave que es Irán que por décadas ha financiado organizaciones terroristas como Hamás en la Franja de Gaza, Hezbolá en Líbano y los Hutíes en Yemén.
Ese “eje yihadista”, como lo describió, promueve la violencia y terrorismo y hasta opera con armas enviadas por Irán a la guerra de Rusia contra Ucrania.
De llegarse a un cese el fuego, advirtió, deberá incluir rigurosos controles de seguridad en la región para evitar el contrabando de armas a los grupos terroristas en Gaza y Líbano.
En esto contribuiría lo que calificó como el “eje moderado” de naciones árabes entre las que mencionó Emiratos Árabes, Egipto y Arabia Saudita, liderado por EE.UU.
Un día antes del ataque del 7 de octubre hace un año, una alta delegación israelita negociaba en Riad relaciones diplomáticas con Arabia Saudita lo cual quedó congelado.
Para la diplomática solo la “desradicalización” de los grupos terroristas puede hacer avanzar la paz y la reconciliación en el Medio Oriente.
Derecho de defensa, según catedrático UCR
El catedrático UCR y analista internacional Dr. Carlos Murillo coincidió con la embajadora Gur-Aryeh en el preponderante papel de Irán como actor tras las principales organizaciones terroristas en conflicto con Israel.
La nación judía, afirmó, recurrió a su legítimo derecho de defensa tras los ataques del 7 de octubre de hace un año.
Murillo resaltó la connotación internacional del conflicto por su impacto en rubros como el precio del petróleo, la gravitación del incierto resultado de las elecciones en EE.UU. el próximo 5 de noviembre y la guerra en Ucrania.
Para dicho académico, la solución a la crisis pasa por el derecho a la coexistencia de los estados palestino y judío como lo mandó la Organización de Naciones Unidas desde 1947. Una solución que, censuró, fue boicoteada desde el primer momento por naciones árabes.
Hay que buscar el momento propicio para un cese el fuego duradero, puntualizó.
Criticó a Naciones Unidas porque ha quedado debiendo en estos 12 meses en promover una salida negociada a la crisis.
Según su análisis, la ONU no ha hecho las tareas necesarias para alcanzar tal solución.
Cuanto más se extienden los combates en Oriente Medio, menos se piensa en la paz
Hace un año, las imágenes eran desgarradoras.
Mientras Israel todavía se recuperaba del peor ataque terrorista de su historia y Gaza ya estaba siendo bombardeada de forma devastadora, parecía un punto de inflexión.
El conflicto entre Israel y Palestina, que había estado prácticamente ausente de nuestras pantallas durante años, había vuelto a aparecer en escena.
Pareció tomar a casi todo el mundo por sorpresa.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, había declarado una famosa frase una semana antes de los ataques: “La región de Oriente Medio está más tranquila hoy que en dos décadas”.
Un año después, la región está en llamas.
Más de 41.000 palestinos han muerto. Dos millones de habitantes de Gaza han sido desplazados. En Cisjordania, otros 600 palestinos han sido asesinados. En el Líbano, otro millón de personas han sido desplazadas y más de 2.000 han muerto.
Más de 1.200 israelíes murieron ese primer día. Desde entonces, Israel ha perdido 350 soldados más en Gaza. Doscientos mil israelíes se han visto obligados a abandonar sus hogares cerca de Gaza y a lo largo de la volátil frontera norte con el Líbano. Alrededor de 50 soldados y civiles han muerto por los cohetes de Hezbolá.
Especial PuroPeriodismo/BBC