Edgar Fonseca, editor/Foto Asamblea Legislativa
La diputada Johana Obando, PLP, denunció ayer en la Asamblea Legislativa ser víctima de amenazas y persecución supuestamente por parte de entes del Estado dada su oposición al veto oficial de la firma Huawei para la licitación de las redes 5G.
La legisladora hizo la denuncia en el espacio de control político ante los seguimientos que atribuyó a Seguridad Pública por presuntos contactos suyos con personeros del gigante chino de telecomunicaciones vetado por el gobierno de la citada licitación.
Obando es una firme opositora a ese veto.
Mandarla a callar
“Hay un temor de que me manden a callar”, reconoció.
“Los mensajes de los chavistas han sido contundentes: ‘Te queremos muerta’.”, aseguró en el plenario.
“Pero con mi familia no se metan. Con mis hijas no se metan”, añadió.
“Sí, efectivamente, tengo temor por mi vida”, admitió.
“Estamos hablando de negocios de millones de dólares, y quitar un diputado, mandarlo a callar es muy sencillo para esta gente”, sostuvo.
“A mí me dijeron, Johana, tené cuidado, te pueden mandar a silenciar. No sigás con este tema. Fue la recomendación que recibí”, relató.
Su denuncia generó censura de otros diputados a este tipo de acciones intimidatorias a la labor legislativa.
“Mi solidaridad para la diputada Obando por esta denuncia, que no es la primera y creo que no va a ser la última que pasa por esto. Las mujeres nos vamos a seguir viendo más violentadas por estas acciones”, reaccionó Monserrat Ruiz, PLN.
“No es un tema menor. Este Gobierno heredó las prácticas de sus antecesores; así como el PAC tenía la UPAD, este tiene a la UEI para perseguir”, advirtió Rocío Alfaro el Frente Amplio.
“Muy valiente de su parte hacer esa denuncia y es lo que todos deberíamos de hacer”, sostuvo Daniela Rojas, PUSC.
Cámaras en condominio
La diputada Obando aseveró que la persecución no solo se limitó a tener cámaras fuera de un condominio donde reside.
“Cuando ven el video se ve mi cara en primera plana muy cerca de mí. Hay una persona o varias personas. Es más, yo reconocería a esa persona si la vuelvo a ver. Una me abre el ascensor”, narró.
“Llegó al punto en que a mí me siguieron físicamente para captar mi cara, en el ascensor”, confirmó.
“Ahí se ve, en primera plana, mi cara”, precisó.
“Saben dónde vivo. Tuve que pagar a alguien para que hicieran una requisa para ver si había cámaras o micrófonos en mi casa”, amplió.
“Mi pregunta es al ministro de Seguridad, Mario Zamora: ¿Usted autorizó la persecución, quién la autorizó, dónde está el registro de cuántas persecuciones hicieron a todos los diputados?”, cuestionó.
“Primero hice caso omiso. Lo que hice fue cambiar de rutas”, dijo.
“Cuando se verifica efectivamente que me siguen, la gente decía que quien nada debe, nada teme, pero es mi privacidad, mi vida personal. Yo ando con mis dos hijas. ¿Usted va a querer tener la sensación de que la están siguiendo?”, lamentó.
